Para nadie es un secreto de que un buen “soundtrack” puede ser la diferencia entre el éxito o el fracaso de una película.
Javier Asencio, un pianista y compositor de origen argentino, llegó un día a Canadá con el sueño de ampliar sus horizontes y lograr lo que siempre soñó: poner su talento al servicio de grandes producciones cinematográficas y teatrales.
Poco a poco –aunque el camino no fue fácil y tuvo que hacer otras cosas mientras lograba abrirse paso en su carrera- fue logrando demostrar lo que era capaz de crear.
Así las pequeñas producciones, los trabajos temporales y no tan bien pagos comenzaron a llegar y Javier los asumió con un gran profesionalismo que terminó, a la larga, abriéndole la puerta de una cinematografía más internacional y conocida.
Martín Movilla habló con él sobre su carrera y los desafíos que representa la composición de tramas sonoras para el cine.

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