La compañía petrolera BP y los cinco Estados estadounidenses con costas en el Golfo de México anunciaron, hoy, un acuerdo que pone fin a varios años de batallas jurídicas que comenzaron con el derrame de crudo que se dio en el 2010.
La petrolera pagará 18 mil 700 millones de dólares que cubrirán las sanciones previstas por la ley sobre la protección del agua, las indemnizaciones por los daños generados a los recursos naturales y los problemas y pérdidas económicas que afectaron a los Estados de Florida, Alabama, Mississippi, Luisiana y Texas.
Si el acuerdo es aceptado por la corte, se convertiría en el caso más importante de la historia de Estados Unidos implicando a un solo defensor. Así lo aseguró la procuradora general, Loretta Lynch quien agregó que el acuerdo aportaría “beneficios durables” a la región y permitiría reparar los daños causados a la economía, la pesca, las tierras húmedas y la fauna salvaje.
El anuncio sobre el acuerdo llega en momentos en los que un juez federal se prepara a tomar una decisión sobre el monto que debía pagar BP según lo estipulado en la ley estadounidense de protección del agua, conocida como “Clean Water Act”.
El derrame petrolero llevó un volumen de más de tres millones de barriles al Golfo de México y la compañía BP enfrentaba también procesos individuales.
Según el presidente de la empresa petrolera, Carl-Henric Svanberg, el acuerdo también refleja el compromiso de la sociedad BP con la restauración del medioambiente y la economía del Golfo de México.
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