El cambio climático se impone en la agenda de discusiones de gobiernos y organismos internacionales. La urgencia en lograr revertir el proceso de degradación del ecosistema, evitando que el planeta se siga recalentando, es eje de innumerables discusiones.
Una de ellas se lleva a cabo a partir de este miércoles en la ciudad de Toronto. La Cumbre del Clima de las Américas contará con la participación de alrededor de 30 países del continente.
El gobierno canadiense, cuya política medioambiental viene desde hace años a contrapelo de la tendencia mundial, no estará representado en el encuentro.
La negativa de las autoridades federales a establecer un impuesto o tarifas sobre las emisiones de carbono tiene su correlato en la prioridad que Ottawa le brinda a la explotación de los combustibles fósiles, con el petróleo proveniente de las arenas bituminosas en el centro de la escena.
En paralelo, existen algunas voces que sostienen que estas cumbres sólo tienden a preservar el modelo económico capitalista y que no tienen la capacidad real de brindar soluciones de fondo a la cuestión climática.
También critican la exclusión de los intereses y de la posición de las Primeras Naciones en el debate, suplantándolos con representantes elegidos a dedo por el gobierno.
Esa es la opinión que expresa Marcelo Saavedra-Vargas, profesor de la Universidad de Ottawa y especialista en cuestiones indígenas y cambio climático, en diálogo con Luis Laborda.
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