Seiscientos soldados de Edmonton se unirán a la lucha contra los incendios en Saskatchewan. El martes, 360 de ellos recibieron una jornada de formación de base, para iniciar su tarea en las zonas donde se encuentra el fuego.
Más efectivos podrían ser convocados, según indicaron los responsables de coordinar los intentos para controlar la gran cantidad de focos de incendio, que se declararon este año en las provincias del centro y oeste canadiense.
Steve Roberts, de la Gestión de Incendios de Saskatchewan, agregó que además de los militares, otros grupos podrían recibir instrucción para participar en las tareas contra las llamas, incluyendo a miembros de las Primeras Naciones. Residentes de la provincia se presentaron como voluntarios y se sumarán a los más de 600 bomberos que se encuentran ya combatiendo el siniestro.
Las autoridades temen que los fuertes vientos puedan alimentar el fuego, que por el momento permanece estable a 1,5 kilómetros al norte de La Ronge. Los habitantes de esa comunidad de 2700 personas, una de las más grandes de la región, fueron evacuados el viernes último.
Cerca de 4000 kilómetros cuadrados ya fueron consumidos por las llamas, es decir, más de 10 veces la media anual.
El humo causado por el siniestro forzó ya a la evacuación de 9000 personas en más de 50 poblaciones ubicadas en el norte provincial.
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