Irán alcanzó este martes un acuerdo nuclear con Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Alemania.
El acuerdo pone fin a más de una década de negociaciones intermitentes mediante un pacto que podría transformar Oriente Medio.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, elogió el acuerdo como un paso hacia un «mundo más esperanzador».
El presidente iraní, Hassan Rouhani, declaró que ese entendimiento en materia nuclear abrirá un nuevo capítulo de cooperación con el mundo exterior tras años de sanciones, y estimó que este resultado favorable para todas las partes terminará gradualmente con la desconfianza mutua.
El acuerdo ahora será debatido en el Congreso de Estados Unidos, pero Obama dijo que vetaría cualquier medida que intente bloquearlo.
El acuerdo establece que las sanciones impuestas por Estados Unidos, la Unión Europea y Naciones Unidas serán levantadas a cambio de que Irán acepte reducciones a largo plazo de su programa nuclear, que algunos países creen que tenía como objetivo construir un arma atómica.
El acuerdo es una victoria para Obama, que ha prometido tender lazos con enemigos históricos, como para Hassan Rouhani, el pragmático líder iraní elegido hace dos años con la promesa de poner fin al aislamiento diplomático del país de casi 80 millones de habitantes.
Sin embargo, ambos enfrentan al escepticismo de poderosos políticos de línea dura en sus respectivos países tras décadas de enemistad. Para Irán, Estados Unidos era «el gran Satán». Para Estados Unidos, Irán era un miembro del «eje del mal».
Para Obama, la vía diplomática con Irán es la misma que llevó a la normalización de las relaciones con Cuba. Ambos hitos representan un legado de reconciliación con enemigos que atormentaron a sus antecesores durante décadas.
«La historia muestra que Estados Unidos debe liderar no sólo con su poderío sino con principios», dijo Obama en un discurso por televisión. «El anuncio de hoy marca un nuevo capítulo en nuestra búsqueda de un mundo más seguro y más y más esperanzador», agregó.
Aunque las principales negociaciones fueron entre Estados Unidos e Irán, los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Gran Bretaña, China, Francia y Rusia también participaron del acuerdo, al igual que Alemania.
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