La selección argentina de fútbol femenino, ausente en la Copa del Mundo celebrada recientemente en Canadá, está participando de los Juegos Panamericanos Toronto 2015.
Si bien los primeros dos partidos no le dieron a la Argentina los resultados esperados, un empate en 2 tantos en el debut ante Trinidad y Tobago y una derrota 1 a 3 frente a México, el combinado está convencido de estar transitando el camino correcto.

Si bien en Argentina el fútbol es el deporte más popular y el historial muestra innumerables logros por parte de los varones, entre los que se cuentan dos campeonatos mundiales en 1978 y 1986, las mujeres cuentan aún con poco apoyo y reconocimiento.
El contrapunto lo da Canadá, donde “el soccer”, como se lo llama aquí, es mucho menos conocido, pero son precisamente las mujeres quienes van avanzando a pasos acelerados en la preferencia del público.
Según lo expresa el director técnico del combinado argentino, en el país sudamericano poco a poco se van superando las barreras que, ancladas en el machismo, hacían que no se viese con buenos ojos que una mujer jugara al fútbol.
Exjugador él mismo, y habiendo participado en tres mundiales con su selección mayor masculina, el entrenador también resalta la importancia de tener un proyecto a largo plazo y señala la necesidad de mayor apoyo oficial y de un cambio en la cultura de los clubes, que siguen viendo como un mero gasto el financiamiento del desarrollo de los equipos femeninos.

La pasión que sus jugadoras ponen en su deporte más allá de los resultados, las vicisitudes de ser hombre a la hora de entrenar a un equipo femenino y el reconocimiento a la seriedad y organización demostradas en la organización de los Juegos Panamericanos Toronto 2015, en el siguiente diálogo de Julio Olarticoechea, DT de la selección argentina, con Luis Laborda.
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