Este jueves, el jefe de operaciones de la Agencia Antidroga Estadounidense (DEA), Jack Riley, afirmó que esta semana ha estado coordinando la captura de “El Chapo” con las autoridades mexicanas. Se trata de la tercera operación conjunta de captura de este individuo en 15 años.
“Este hombre me dio uno de los mejores y los peores días de mi vida en el transcurso de un mismo año”, dijo Riley. “Estamos haciendo todo lo posible para localizarlo, como hicimos hace un año cuando lo cazamos”.
Riley viene tras la pista del capo del narcotráfico más violento del mundo, desde hace años. De hecho, antes de convertirse en jefe de operaciones de la DEA, en 2014, formó parte de una operación de cuatro años para rastrearlo en Chicago y colabora aún en un caso criminal contra él.
La ciudad estadounidense de Chicago solicitó su extradición por cargos relacionados con el tráfico de droga, entre otros. Su extradición no había sido pedida por parte de Estados Unidos, pero después de la fuga del sábado oficializaron su demanda. Sin embargo, México aclaró que el individuo sería procesado inicialmente en ese país.
«Ésta es una de las razones por las que presionamos para la extradición», dijo Riley. «Temíamos esto. No es que (las autoridades mexicanas) no sean capaces de mantenerlo custodiado — sino que ya se había escapado antes».
En febrero de 2014, las autoridades mexicanas arrestaron a “El Chapo” Guzmán, diez años después de haberse escapado de una cárcel mexicana. La cárcel donde se encontraba hasta el fin de semana pasado es una de las más seguras de México.
El sábado pasado, en la noche, el narcotraficante reincidió fugándose a través de un túnel cavado en la ducha del baño. La cámara de vigilancia no tenía acceso a esta zona de su celda, la número 20. Un muro protegía la intimidad de Guzmán.
El túnel que medía un kilómetro y medio, tenía 10 metros de profundidad y terminaba en una casa en construcción. Se sospecha que había cómplices dentro de la cárcel.
El jueves, dos diputados mexicanos afirmaron que el lapso entre la fuga y el momento en que se advirtió su desaparición fue de 18 minutos.
El video de vigilancia de la celda muestra al capo caminando cerca de la ducha, donde se encuentra el ángulo muerto de la cámara. Allí se agachó y desapareció.
Associated Press obtuvo acceso a ciertos documentos que revelan los primeros indicios de la confección de este plan de fuga que comenzó poco tiempo después de la detención de Guzmán. Sin embargo, los documentos muestran que la agencia no tenía información sobre la fuga del fin de semana.
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