Un hombre de 59 años abrió fuego, el jueves, en un cine de Lafayette, en Luisiana. Mató a dos personas e hirió a siete, antes de quitarse la vida, declaró el jefe de la policía local y un responsable de ambulancia.
El tiroteo estalló cerca de las 19 horas en el Grand Theater durante la proyección de la película “Trainwreck”, casi justo tres años después de la masacre de 12 personas, en un cine de Aurora, en Colorado, precisaron los medios y la policía.
El jefe de la policía de Lafayette, Jim Craft, declaró a CNN que tres personas murieron, entre ellas el atacante, y que otras siete habían sido heridas. “El incidente ocurrió en el interior del cine. Nadie del exterior fue herido”, precisó.
El individio fue identificado como John Russel Houser. Originario de alabama, vivía en un hotel de Lafayette desde comienzos del mes de julio. Utilizó una peluca y ropas para disfrazarse y no se reconocido. Su intención era escapar, pero como la reacción de las fuerzas policiales fue rápida se vio obligado a volver a entrar al cine y fue allí donde se quitó la vida. Al parecer había cortado las relaciones con su familia y vivía aislado.
“El individuo murió. Quizás nunca sabremos por qué”, dijo Craft agregando que el hombre no tenía aparentemente antecedentes penales. Se encontró el auto del individuo cerca del lugar y la policía lo revisó.
Katie Domingue, una mujer que se encontraba en el lugar, dijo al periódico The Advertiser que el tirador era un hombre blanco de edad que abrió fuego sin razón aparente.
“No dijo nada y no escuché a nadie gritar”, contó.
Según los testigos, unas cien personas se encontraban en el cine de Lafayette, una ciudad de 120 000 habitantes, situada a cerca de 90 km de Baton Rouge. El agresor comenzó a tirar sobre los espectadores cerca de 20 minutos, tras el comienzo de la proyección.
El gobernador del Estado, Bobby Jindal, fue hasta el lugar del tiroteo y prevé encontrarse con las familias de las víctimas. “Se trata de una noche terrible para Luisiana”, dijo.
Este tiroteo en Luisiana se produjo el día en que el jurado del proceso de James Holmes, presunto autor de la masacre de 2012 en Colorado, retuviera las circunstancias agravantes contra el tirador quien podría ser condenado a pena de muerte.
James Holmes fue reconocido culpable la semana pasada del asesinato de 12 personas, y recibió múltiples otros cargos, durante el tiroteo en plena proyección de la última película de Batman, “The Dark Knight Rises”, en la noche del 19 al 20 de julio de 2012.
Los Estados Unidos han vivido otros dos tiroteos en estos últimos dos meses. Uno de ellos provocó la muerte a nueve personas en una iglesia, popular entre personas de raza negra, de Carolina del Sur, lo cual provocó una onda de choque en todo el país.
El presidente Barack Obama intentó en esta ocasión relanzar el debate sobre la venta de armas.
Armas de fuego: Obama expresa su frustración
El presidente estadounidense Barack Obama hizo saber que “sus pensamientos y sus oraciones iban hacia la comunidad de Lafayette y particularmente a las familias de los asesinados”.
Sin embargo, expresó su frustración “agotadora” ante la ausencia de progresos sobre el control de las armas en Estados Unidos, en una entrevista difundida por la BBC casi al mismo momento en que se desarrollaba el tiroteo.
Obama afirmó que su país era “la única nación desarrollada sobre la Tierra en la cual no tenemos suficientes leyes para el control de las armas”.
Además, el presidente estadounidense precisó que el número de víctimas de armas de fuego sobrepasa ampliamente el de las víctimas del atentado del 11 de septiembre. “Cuando usted ve el número de estadounidenses que han muerto después del 11 de septiembre debido al terrorismo, son menos de 100. Si usted mira el número de personas que murieron por la violencia debido a las armas de fuego, ahí estamos hablando de decenas de miles”, dijo.
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