El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció recortes más pronunciados a las emisiones de gases contaminantes producidos por las industrias de su país, imponiendo restricciones más exigentes que las que se habían anunciado anteriormente.
La iniciativa del titular de la Casa Blanca implica un desafío al resto de los países industrializados, tomando en cuenta que se aproxima una cumbre con vistas a establecer un tratado global sobre el cambio climático. El encuentro está previsto para fines de año en Francia.
Las políticas de Obama en el plano climático han enfrentado la oposición tanto de los republicanos como de sectores demócratas, que temen que las medidas puedan afectar la marcha de la economía nacional. El tema es incluso abordado por los precandidatos que aspiran a la nominación con vistas a suceder al mandatario en la presidencia estadounidense.
La contendiente principal entre las filas demócratas, Hillary Clinton, ya expresó su apoyo a los anuncios de Obama.
Por su parte, la oposición tiene previsto iniciar acciones judiciales inmediatamente. En un movimiento ya común entre los republicanos, sus líderes pedirán a los tribunales que bloqueen transitoriamente la norma.
El año último, la administración Obama propuso el primer plan de la historia de su país para reducir las emisiones de efecto invernadero en las plantas ya existentes.
Las modificaciones anunciadas buscan responder a las preocupaciones presentadas tanto por los grupos ambientalistas como por la industria energética.
Algunos de esos cambios profundizan los recortes en las emisiones de gases, mientras que otros demoran la implementación de algunas exigencias. De hecho, algunos estados tendrán metas más flexibles que otros en los referente al control de emisiones.
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