El Partido conservador tiene la intención de impedir que los canadienses visiten ciertas áreas del mundo donde los grupos terroristas reclutan y entrenan a sus seguidores, si es llevado al poder nuevamente en las elecciones del 19 de octubre.
«La amenaza es real. Hay canadienses que han aparecido en los videos del grupo armado Estado Islámico amenazando Canadá «, dijo Stephen Harper, el domingo por la mañana en Ottawa.

Al igual que Australia, el líder conservador Stephen Harper quiere criminalizar los viajes de los canadienses en algunas zonas del mundo. Esa ley ¿pasaría la prueba de la Constitución canadiense?
«Un gobierno conservador reelecto hará que el hecho de llegar a países designados por el gobierno como lugares con brotes de actividad terrorista, sea considerado un delito penal. » – Stephen Harper
Hecha la verificación por Radio Canadá: todo dependerá del proyecto de ley.
El anuncio del líder conservador llegó con muy pocos detalles. Las áreas «designadas» siguen siendo desconocidas al igual que las sanciones que les serían impuestas a los canadienses que visitarían estas zonas.

Para el profesor de derecho público en la Universidad de Sherbrooke, Guillaume Rousseau, la respuesta a la cuestión constitucional es matizada y dependerá del proyecto de ley final. Pero, mientras tanto, «existen argumentos válidos para decir que eso podría ser inconstitucional», dice.
Citó en particular el derecho a la religión, que podría ser evocado por los que desean ir por ejemplo en peregrinación a esas áreas «designadas».
La prohibición de viajar evocada por Stephen Harper incluye excepciones para los periodistas, los trabajadores humanitarios y algunos diplomáticos, pero ninguna hasta la fecha sobre los viajes con fines religiosos. «En ausencia de esta excepción entonces, habría un problema, por ejemplo, con este artículo y la Carta de derechos y libertades», argumenta.
El artículo 6 sobre la libertad de circulación así como el artículo 7 sobre el derecho a la libertad podrían constituir también un problema, dijo.
Pero Stephen Harper podría utilizar la Carta también para defender un posible proyecto de ley citando el artículo 1.
«Él podría argumentar que sí, que este proyecto limita la libertad de religión, por ejemplo, pero que es razonable, legítimo y justificado en una sociedad libre y democrática, porque se trata de promover la seguridad, que es un fin que ha sido reconocido por los tribunales, lo que puede justificar las limitaciones de determinados derechos y libertades «, explica.
«Lo que podría salvar la ley, es multiplicar las excepciones para multiplicar los fines legítimos. » – Guillaume Rousseau, profesor de derecho público en la Universidad de Sherbrooke.
Más allá de su aplicabilidad
Aun así, queda el tema de su aplicabilidad. En Australia, la ley prohíbe los viajes al distrito de Mosul, en Irak y a la región de al-Raqqa, en Siria. Los infractores, cuando regresan al país, son castigados con 10 años de prisión.
Pero, ¿cómo demostrar que un ciudadano canadiense, por ejemplo, fue a una zona controlada por el grupo armado Estado islámico porque compró un boleto para Siria?
En derecho penal y criminal, la evidencia debe ser muy fuerte para ser aceptada, dijo el Dr. Rousseau. En el caso en que tal proyecto de ley estuviera en vigor, sería muy difícil probar que una persona estuvo entre tal y tal fecha en el área de Mosul, por ejemplo.
Pero si una ley es antes que nada «una herramienta para la gestión de derechos», el experto recuerda que ella tiene también un segundo objetivo.
«Una ley es también, más allá de los aspectos técnicos y de los derechos humanos, un mensaje que el Parlamento envía a la sociedad. Hay un aspecto más político en la ley. » – Guillaume Rousseau, profesor de derecho público en la Universidad de Sherbrooke
«Para ser claros, no hay absolutamente ningún derecho en el país que proteja la posibilidad de viajar en una zona bajo control terrorista. Esto no es un derecho humano «, respondió, Stephen Harper a un periodista al final de su conferencia de prensa el domingo.
Sin embargo, en derecho «, el principio básico es que todo está permitido a menos que una ley lo prohíba», dice el profesor Rousseau. De lo contrario, es la libertad la que prima.
Tomado de Épreuve des faits (Verificación de los hechos) de Radio Canadá.
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