El primer ministro griego Alexis Tsipras, superó provisionalmente las divisiones cada vez más evidentes de su partido Syriza e hizo adoptar por los diputados el tercer plan de ayuda negociado en 5 años con los acreedores del país.
Gracias al apoyo de los partidos de la oposición favorables al mantenimiento de Grecia en la zona euro, Alexis Tsipras logró sin dificultad obtener los 151 votos necesarios para asegurar la adopción del texto, pero 43 parlamentarios de Syriza votaron contra o se abstuvieron, mientras que el mes pasado solo unos 30 se habían abstenido durante una votación sobre las medidas de reforma.
El Primer ministro griego solicitará un voto de confianza al Parlamento una vez que Grecia haya reembolsado un pago de 3.200 millones de euros al Banco Central Europeo, BCE, el 20 de agosto próximo, declaró un responsable del gobierno.
Esta nueva votación podría ser muy delicada para Alexis Tsipras. Mikis Voridis de Nueva Democracia, la principal formación de oposición, dijo que su partido no votará por la confianza al gobierno, lo que podría provocar la caída del gabinete de Tsipras.
En su discurso ante los diputados, justo antes de la votación, el Primer ministro griego abogó en favor del nuevo plan de ayuda, cuyo monto podría alcanzar los 85.000 millones de euros y comprendería un aumento fiscal, cortes en los gastos públicos y reformas económicas. Él dijo que para el país era como decidir “seguir viviendo o suicidarse”.
Los ministros de Finanzas de la zona euro se reunirán este viernes en Bruselas, Bélgica, a las 15:00 hora local (13:00 UTC) y la aprobación del plan adoptado hoy por Atenas es indispensable para permitir el pago de un primer avance de fondos antes del vencimiento del plazo del 20 de agosto con el BCE.
En el plano político interior griego, incluso antes de la votación de este viernes por la mañana, los debates dejan ver claramente las divisiones en el seno de Syiriza. Panagiotis Lafazanis, ex ministro de Energía y jefe del ala más radical del partido, reclamó ayer la creación de un nuevo movimiento opuesto al plan de ayuda y amenazó de forma implícita con hacer estallar al partido.
En un comunicado firmado por Lazafanis y otros 11 miembros de Syriza, publicado en el sitio Internet de extrema izquierda Iskra, los disidentes abogan por la creación “de un movimiento unido que justificará el deseo del pueblo por la democracia y la justicia social”, pero no hizo alusión de forma explícita a la creación de un nuevo partido.
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