La política exterior del gobierno conservador canadiense está orientada, antes que nada, por los intereses económicos de las empresas canadienses en el extranjero. Julián Rea Castro, profesor de ciencias políticas, Universidad de Alberta.
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Es muy raro que la política exterior cambie el curso de las campañas electorales en Canadá. A pesar de esto, algunos expertos creen que los temas de política internacional cobrarán más importancia, ocuparán más espacio en los debates en vistas de las próximas elecciones el 19 de octubre, en momentos en que Canadá está participando con sus aliados en una intervención militar en el Medio Oriente.
Stephen Harper ya dio indicios a ese respecto al indicar en la campaña que su partido, si es llevado nuevamente al poder, pondrá énfasis en garantizar la seguridad de los canadienses frente a la amenaza que representa el grupo armado EI.
El profesor Castro Rea no lo ve con los mismos ojos.

“La crisis de seguridad, que es tema central de la agenda de política exterior del gobierno conservador durante la campaña, es algo inventado, manufacturado. Objetivamente, mirando las estadísticas, no hay un peligro mayúsculo para los canadienses de ataques terroristas en suelo de Canadá. Existe siempre el riesgo de que algo suceda, pero es excesivo orientar todas las prioridades de política exterior y de defensa además, con la participación del ejército canadiense en Irak, en la guerra contra el Estado Islámico solamente en el tema de la seguridad”.
Fuera de las zonas de conflictos armados, ¿existe un interés de Canadá hacia América latina? En este decenio de gobierno conservador, ¿hacia dónde apuntó la política del premier Harper en el hemisferio?
Desde que en 2006 se inició el gobierno conservador en Canadá, en su nuevo enfoque orientado a las relaciones comerciales, ha descuidado la relación con América latina, indica el profesor Castro Rea, recalcando que al gobierno conservador le interesan las empresas y las relaciones económicas.
¿Y si el próximo gobierno es nuevamente conservador?
“Creo que veríamos más de lo mismo. No veo ninguna razón por la cual cambiara su política exterior o hacia América latina. Sobre todo porque esto es el resultado de una tendencia de largo plazo”.
Castro Rea menciona en la entrevista un libro de reciente publicación, Joining Empire de Jerome Klassen el cual revela la estrategia de política exterior que es hacer de Canadá una potencia media, que lo considera aliado central de los países hegemónicos en el mundo, con Estados Unidos a la cabeza, y con los otros países del G7 y la Unión Europea. Y desde esa posición, defender los intereses canadienses y mostrar la solidaridad con esta alianza hegemónica. En este esquema, no hay mucho lugar para América latina, expresa el profesor Castro Rea.
Política exterior de un gobierno liberal
“Un gobierno liberal tendría mucha más importancia en establecer un diálogo con los gobiernos, restablecer las alianzas bilaterales y multilaterales a nivel de organizaciones internacionales con los países de América latina, porque hay un reconocimiento más claro de la importancia de estos países en el concierto internacional. Reforzaría la relación con México y se acercaría más a Cuba, sobre todo si el líder Justin Trudeau quiere aprovechar la relación tan cercana que existía entre su padre y Fidel Castro”.
¿Y si el próximo gobierno es neo demócrata?
Un gobierno neo demócrata pondría más importancia en la gente. Los gobiernos neo demócratas por su misma esencia están más atentos a asuntos como la desigualdad internacional, los derechos de los trabajadores, las desigualdades de género y trataría de establecer relaciones directas con ciudadanos latinoamericanos y con organizaciones no gubernamentales en América latina.
Esto y mucho más en la entrevista con Julián Castro Rea, profesor de la Universidad de Alberta.
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