Yihadistas del grupo armado Estado Islámico, EI, decapitaron a uno de los arqueólogos más conocidos de Siria antes de suspender su cuerpo a un poste en la antigua ciudad de Palmira, indicaron este miércoles los medios sirios y un grupo de militantes.
El asesinato de Khaled Al-Asaad, de 81 años, no es la atrocidad más reciente atribuida a los yihadistas del Estado Islámico, que han ocupado grandes territorios de Irak y Siria donde han instaurado un califato islámico autoproclamado.
El Estado Islámico se tomó la ciudad de Palmira en el mes de mayo pasado. Se teme desde entonces que destruyan ruinas irremplazables, como lo han hecho en otros lugares. Palmira forma parte del Patrimonio mundial de la UNESCO y se encuentra entre los sitios arqueológicos más espectaculares de Medio Oriente.
La agencia de prensa siria SANA y el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Londres, afirman que Khaled Al-Asaad fue decapitado ayer martes en una plaza pública al exterior del museo de la ciudad. Según el Observatorio, decenas de personas asistieron a la ejecución.
Un disidente sirio instalado cerca de Palmira, que pretende ser el sobrino de Al-Asaad, dice que los yihadistas lo habían detenido hace tres semanas, posiblemente para que les revelara dónde habían sido escondidos algunos tesoros de la ciudad.
Khaled Al-Asaad fue llevado a Palmira ayer donde se habían reunido decenas de personas. Uno de los yihadistas leyó 5 “acusaciones” en su contra, en particular de haber sido “el director de ídolos” y de haber viajado a Irán y haber representado a Siria en conferencias infieles.
Su cuerpo fue transportado después hacia el sitio arqueológico de Palmira y suspendido a un poste. Al-Asaad, considerado como uno de los pioneros de la arqueología siria, fue responsable del sitio de Palmira durante 40 años hasta el momento de su jubilación en 2003. Él descubrió varios cementerios antiguos y entre otros, un cementerio bizantino en un jardín del museo de Palmira.
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