En Canadá, la igualdad de derechos no siempre tiene su correlato en la realidad. En numerosas ocasiones se ha denunciado la discrepancia que existe en los beneficios en materia de educación, empleo, vivienda y salud entre la mayoría de los canadienses y aquellos que pertenecen a las Primeras Naciones.
La tasa de mortalidad entre los integrantes de los pueblos originarios del país llega al doble de la del resto de la población, según datos revelados por un informe de la agencia de estadísticas canadiense.
Entre los indígenas que tienen enfermedades graves, como cáncer, problemas respiratorios u otros, la atención sanitaria es ineficiente y puede ser uno de los factores que incrementan el peligro de muerte en ese segmento poblacional.
Pero la sorpresa surge cuando, según el estudio elaborado por la agencia, el riesgo de muerte o el deceso concreto se registra en pacientes que padecen males para los que existen tratamientos adecuados y ampliamente extendidos, como en el caso de la tuberculosis, la neumonía, algunas formas de cáncer y la adicción a las drogas.
Las estadísticas, incluidas en el denominado Sondeo Sobre los Pueblos Indígenas, hablan de un incremento considerable del riesgo de muerte entre los naturales por debajo de los 75 años de edad y, en algunos casos, el riesgo de muerte se presenta en edades muy tempranas, a veces entre el segmento más joven de la población.

Números que impactan
Según los datos de la agencia, el riesgo de muerte en hombres y mujeres de las Primeras Naciones es 5 veces mayor que entre los demás habitantes del país, más allá de la ubicación territorial o segmento social al que pertenezcan estos últimos.
En el caso de los naturales canadienses, la atención sanitaria no sólo es dificultada por las distancias o por los rigores climáticos, debido a que sus poblaciones se encuentran con frecuencia lejos de los centros urbanos más importantes y en el norte del territorio, sino también por las barreras que crean la lengua, las tradiciones y en muchos casos la itinerancia.
El sondeo elaborado se llevó a cabo sobre la base de una muestra poblacional que comprendió a personas de entre 25 y 74 años de edad.
El dato más impactante habla de que el 70 por ciento de las muertes ocurridas antes de los 75 años de edad son evitables.

Alcohol, tabaco y obesidad
Las condiciones de salud más deficientes entre las Primeras Naciones se deben, en parte, a condiciones arraigadas. Cerca del 56 por ciento de las personas que integran esa comunidad fue diagnosticado con dolencias crónicas, en comparación con el 48 por ciento de los no indígenas.
Los altos consumos de alcohol y de tabaco entre esa población intervienen en el surgimiento de enfermedades graves, difíciles de tratar o con tratamiento muy prolongado y riguroso.
Los indígenas se encuentran más expuestos como fumadores pasivos en sus hogares en tasas que pueden duplicar la media nacional.
La obesidad es otro de los elementos presentes a la hora de volver el cuadro de situación más complejo; la tasa de ese mal llega al 26 por ciento entre las Primeras Naciones, mientras que la misma alcanza el 16 por ciento entre el resto de la población del país.
Ligado a lo anterior se encuentra el flagelo de la diabetes. Los indígenas de 45 años y más registran una tasa de ese mal del 19 por ciento, mientras que es sólo del 11 por ciento para otros grupos sociales.
La comida como un lujo
El acceso a una alimentación variada y saludable no es una realidad por todo el Canadá. A la menor diversidad de recursos, en la zona más al norte del país, hay que sumar los problemas de abastecimiento que se registran en algunas comunidades indígenas y, además, el alto precio que los productos tienen para el consumidor, al cargarse en el valor final los costos del transporte de las mercancías.

Se impone un cambio
Para algunos especialistas, la lectura que surge de los datos contenidos en las estadísticas demuestra la persistencia de actitudes discriminatorias hacia las poblaciones originarias canadienses y la negligencia en la preservación de la infraestructura en las reservas indígenas.
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