En Macedonia, la policía utilizó gas lacrimógeno y granadas ensordecedoras para repeler más mil inmigrantes y refugiados procedentes de Grecia.
Poco después, las mismas autoridades permitieron el ingreso de varios cientos de esas personas al territorio de Macedonia.
El gobierno de ese país explicó que permitió la entrada de algunos inmigrantes en los puntos de frontera pero solamente los que tienen la capacidad de acoger.
Ayer, Macedonia declaró el estado de emergencia y desplegó su ejército en la frontera sur, con Grecia y la norte, con Serbia.
La idea era tratar de frenar el flujo de migrantes que intentan llegar a los países del oeste y, especialmente de Alemania.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.