El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que la frontera con Colombia, cerrada desde el jueves de la semana pasada, no se abrirá hasta que se “restablezca un mínimo de convivencia y respeto a la legalidad”. “No veo a corto plazo que se cumplan las condiciones mínimas” dijo el presidente venezolano en rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores en Caracas.
Los ministros de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín y del Interior, Juan Fernando Cristo, de Colombia, en un comunicado conjunto reiteraron la necesidad de buscar la vía de la ”cooperación” y no la de la “confrontación” para superar la difícil situación de los colombianos que han sido expulsados de Venezuela desde el fin de semana pasado.
“No es cerrando la frontera ni deportando colombianos como vamos a resolver los problemas de estas zonas. Es a través de la cooperación y no de la confrontación como lograremos de manera conjunta combatir con éxito fenómenos como el del contrabando que nos afecta por igual a ambas naciones. Y solo con cooperación también tendremos resultados en la lucha contra las bandas criminales que operan en la frontera”. Cancillería colombiana y ministerio del Interior.

El presidente venezolano anunció el nombramiento del general Carlos Alberto Martínez como autoridad única de los 6 municipios del estado fronterizo del Táchira, donde Nicolás Maduro decretó el estado de excepción el viernes pasado. La medida fue justificada por el presidente venezolano como un intento para acabar con el crimen, el contrabando y el caos que reina en la frontera.
La presencia de paramilitares y guerrilleros colombianos, así como el contrabando desde Venezuela de combustible y productos vendidos a precio regulado por debajo de su valor en el mercado, han hecho de la frontera un lugar de constante tensión social durante los últimos años. “Un desastre social y económico” dice la oposición venezolana.

Las autoridades venezolanas informaron que desde el inicio de la campaña oficial de erradicación del crimen y del contrabando fronterizo se ha deportado 1.012 colombianos que estaban indocumentados en Venezuela.
El gobierno colombiano señaló que desde el pasado viernes recibió a 691 adultos deportados y 170 menores de edad repatriados, que están recibiendo asistencia humanitaria. La mayoría de los expulsados están siendo recibidos en Cúcuta, capital de departamento de Norte de Santander, limítrofe con las ciudades venezolanas de Ureña y San Antonio.
Organizaciones no gubernamentales en el país denunciaron violaciones de los derechos humanos sobre algunos de los deportados, que también son acusados de contrabandear productos básicos.
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