El mercado financiero de Brasil se desestabilizó completamente después que la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor’s hubiera bajado la calificación de la deuda soberana del país.
El real brasileño bajó un 2% para situarse a 3.908 por dólar estadounidense a principios de esta tarde y habría caído todavía más bajo si el Banco Central no hubiera intervenido vendiendo por 1.500 millones de dólares en líneas de crédito.
Esta intervención inyectó dinero nuevo en el mercado con el compromiso de comprar nuevamente esas líneas de crédito en enero y abril del año próximo.

La decisión de la agencia es un duro golpe para el gobierno de Brasil, que enfrenta una crisis económica y política. El gigante sudamericano estaba buscando la manera de mantenerse entre los países reconocidos como buenos pagadores por parte de las agencias de calificación de riesgo.
Standard and Poor’s fue la primera de las tres agencias de calificación en conceder a Brasil el grado de inversión en 2008, durante el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y ahora se convirtió en la primera en quitárselo. El ministerio de Planificación de Brasil dijo que no se pronunciará sobre la decisión de S&P.
La presidenta Dilma Rousseff se reunió esta mañana con miembros de su gabinete y con líderes de Congreso para discutir sobre esta medida y dijo que esto no era catastrófico.
Consejeros presidenciales declararon al diario Folha de Sao Paulo que Rousseff los había instado a cortar en los gastos públicos.
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