Photo Credit: Vladimir Molina

La cuarta « casa larga » iroquesa

Durante una buena parte del mes de agosto, unos 15 estudiantes de la Universidad de Montreal realizaron excavaciones arqueológicas en la región de Saint-Anicet, al suroeste de Montreal, en la región de la Montérégie, provincia canadiense de Quebec, donde se encuentra el sitio arqueológico Droulers-Tsiionhiakwatha, famoso por sus “casas largas”.

Abierto al público, el sitio expone tres reconstituciones de estas “casas largas” que eran las viviendas típicas de los iroqueses que ocuparon el territorio a lo largo del río San Lorenzo hasta finales del siglo XVI. De hecho, este trabajo minucioso de reconstitución fue destacado por la conocida revista National Geographic.

A partir de los vestigios de más de 500 años encontrados por los estudiantes, se pudo deducir la existencia una “cuarta casa” en ese sitio arqueológico. Este descubrimiento revela a su vez la existencia de toda una ciudadela iroquesa del siglo XV y de una comunidad organizada y estructurada.

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© Radio-Canadá

Las “casas largas” iroqueses están construidas a lo largo y están compuestas por una especie de cubículos a los dos lados. En cada uno de ellos, dormía una familia. En el centro, había unas especies de fogatas alineadas donde colocaban potes de barro que servían para cocinar los alimentos y calentar el interior de la casa en tiempo de invierno.

Al exterior, estas construcciones, parecen largos bohíos construidos con varas de madera recubiertas de pedazos de cortezas de árboles. Según la tradición oral y los testimonios recogidos, una “casa larga” abrigaba a los miembros de un mismo clan y en ella podían vivir en promedio unas 50 personas.

El sitio arqueológico Droulers-Tsiionhiakwatha es dirigido en estrecha colaboración con los Mohawks d’Akwesasne, un grupo de primeras naciones de la región que pertenece a la familia iroquesa. La mitad del consejo de administración del lugar está compuesta por nativos. Incluso, varios Mohawks hacen la animación del sitio.

Desde 2010, unos 500 000 artefactos han sido descubiertos en Droulers-Tsiionhiakwatha. Picos de botellas, puntas de flechas talladas en piedra y herramientas fabricadas a partir de huesos de animales forman parte de los hallazgos.

Conversamos con Vladimir Molina, uno de los estudiantes de la Universidad de Montreal que participó en este proyecto. Él nos explica cómo se desarrollaron las excavaciones, cómo se realizó el análisis de los hallazgos y la importancia de los mismos.

Escuche
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Pedazo de una jarra de barro. Es interesante destacar que todas las jarras eran hechas por las mujeres. Éste era un espacio reservado únicamente para ellas. Por otro lado, los diseños o motivos de cada jarra representaban el linaje del clan al cual pertenecía la mujer que la fabricaba. © Vladimir Molina
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Ejemplo típico de cómo se hacen las búsquedas en arqueología. © Vladimir Molina
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Perla de esteatita, una piedra blanda de silicato de magnesia, utilizada por los iroqueses para hacer collares. © Vladimir Molina
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A lo lejos se pueden ver las reconstituciones de las “casas largas” iroqueses rodeadas de una palizada que servía para protegerse de animales y enemigos. © Vladimir Molina
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En esa estación los jóvenes tamizaban o depuraban la tierra, para tratar de encontrar elementos que no se pudieron captar al ojo. © Vladimir Molina
Categorías: Indígenas, Internet, ciencias y tecnologías, Política, Sociedad
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