El año pasado 35.000 personas participaron en el Maratón de Montreal. Correr nunca había sido tan popular como lo es hoy en día y no solo aquí en Canadá, sino en distintos lugares del mundo. ¿Pero a qué se debe esa popularidad? Los corredores empedernidos, entre los que me incluyo, siempre hablan de ese efecto “eufórico” que nos invade antes, pero sobre todo durante y después de una competencia.
Escuche EscucheLa investigación científica ha llegado a la conclusión que ese “estado de euforia”, de bienestar a pesar del cansancio, se debe a las endorfinas, que algunos investigadores llaman también endo-morfinas, que son opiáceos naturales liberados por el organismo a través de la médula espinal y el torrente sanguíneo, durante las actividades físicas intensas. Las endorfinas son 20 veces más potentes que los medicamentos contra el dolor que se venden en las farmacias.

Un estudio del Centro de Investigaciones de la Universidad de Montreal indica que serían sobre todo las dopaminas las que procuran a los corredores este estado de euforia. La dopamina es un importante neurotransmisor liberado también por el cerebro y está asociado al placer y a la recompensa, como por ejemplo cuando comemos algo que nos gusta, cuando hacemos el amor o consumimos drogas.
De hecho, la dopamina está asociada a la dependencia a las drogas y se sospecha que juega un papel en cerebro de los corredores haciendo que desarrolle cierta dependencia a esta actividad.
Stéphanie Fulton y René Duval, fueron entrevistados por Francine Plourde del programa Les années lumières de la radio francesa de Radio Canadá.
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