Según fuentes dignas de fe, el papa Francisco reafirmará la oposición del Vaticano al embargo estadounidense contra Cuba, que dura desde hace más de 5 décadas, en su visita de 3 días a la isla caribeña, que comienza el sábado próximo,
Más no obstante, Francisco no se extenderá sobre el tema para no dar la impresión que se inmiscuye en la política estadounidense, sostienen las mismas fuentes.
El jefe de la iglesia católica saldrá el sábado de Roma con destino a La Habana, para una visita que debe durar hasta el martes por la tarde, cuando saldrá hacia Estados Unidos, que acaba de restablecer relaciones diplomáticas con Cuba pero sigue manteniendo el embargo.
“Francisco se opone tan vigorosamente como sus predecesores a este embargo”, declaró un responsable del Vaticano que pidió el anonimato. Cuando el papa Benedicto XVI viajó a Cuba en 2012, condenó “estas medidas de restricción económica impuestas desde el extranjero y que pesan injustamente sobre el pueblo cubano”.
Durante su visita a la isla en 1998, la primera de un papa a Cuba, Juan Pablo II condenó varias veces, y en términos severos, el embargo estadounidense.
“El papa Francisco viaja a Cuba en un momento crítico de la historia de este país. Él quiere mostrar su proximidad con el pueblo cubano, reconociendo los sufrimientos soportados debido al embargo”, afirma otra fuente del Vaticano.
En Estados Unidos, Francisco será el primer papa en tomar la palabra ante el Congreso estadounidense, el único que puede levantar el embargo contra Cuba en el marco de la normalización de las relaciones en curso entre ambos países. Las dos cámaras del Congreso están controladas por los republicanos que no parecen apurados en votar esta medida.
“Él no debería encarar de frente al Congreso sobre el tema del embargo, porque esto podría tener efectos negativos y de todas formas, nuestra posición es bien conocida desde hace mucho tiempo”, afirma uno de los responsables de la Santa Sede.
Francisco se entrevistará el miércoles por la mañana con el presidente estadounidense Barack Obama en Washington.
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