En un largo discurso pronunciado ante el Congreso de Estado Unidos, el jueves 24 de septiembre, el papa Francisco invitó a los estadounidenses a cooperar con el resto del mundo para resolver los conflictos y la crisis de refugiados que golpea a Europa.
Además, el sumo pontífice también abogó por la abolición de la pena de muerte y la lucha contra el cambio climático y la desigualdad social engendrada por el capitalismo.
Evocando un mundo en el que se siente un aumento de los “conflicto violentos, el odio y las brutales atrocidades”, el máximo jerarca de la iglesia católica pidió a los estadounidenses tener cuidado con “todas las formas de fundamentalismo” y contra la “visión simplista” que intenta dividir el mundo entre “el bien y el mal” o entre “justos y pecadores”.
Con sus “heridas abiertas” –dijo el Papa- el mundo necesita “que confrontemos toda forma de polarización que pueda dividirlo en dos campos”.
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