Debate sobre la política exterior de Canadá.

Debate sobre la política exterior de Canadá.
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Debate sobre las relaciones exteriores de Canadá entre los 3 principales jefes de partidos

El debate sobre la política exterior de Canadá, organizado por Munk Debates, se llevó a cabo anoche en Toronto ante 3.000 espectadores y dio lugar a intercambios acalorados entre los jefes de los 3 principales partidos políticos.

Los temas no faltaban para este primer debate consagrado a la política exteriores de Canadá, pero entre los temas seleccionados por los organizadores podemos mencionar la lucha contra el Estado Islámico, el tema de los refugiados, la ley antiterrorista C-51, Rusia, las relaciones con Estados Unidos y la ayuda humanitaria, entre otros.

Tres partidos, tres estrategias de lucha contra el EI

El jefe conservador Stephen Harper se pronunció en favor de la participación canadiense en la intervención militar contra el Estado Islámico, EI, afirmando que este grupo armado utilizaba a Siria e Irak como bases para realizar sus ataques terroristas “contra el mundo y Canadá”.

Opuesto a la intervención militar, su rival neo-demócrata Thomas Mulcair afirmó que 60 países contribuyen ya al esfuerzo internacional contra el EI, pero que solo 12 países realizaban operaciones militares.

Por su parte el jefe liberal Justin Trudeau, afirmó que la implicación “directa” occidental envenena la situación y que Canadá debería más bien formar a las fuerzas armadas locales. Canadá debería concentrar sus esfuerzos en las misiones de paz, dijo Trudeau.

Justin Trudeau, Stephen Harper y Thomas Mulcair antes del debate Munk.
Justin Trudeau, Stephen Harper y Thomas Mulcair antes del debate Munk. © Courtoisie : Débats Munk

La crisis de los refugiados

El jefe conservador fue después el blanco de todos los ataques de los otros jefes en lo que respecta a la crisis de los refugiados.  Tanto su rival liberal como su adversario neo-demócrata estiman que Canadá debería hacer más para ayudar a los sirios que huyen de su país en guerra.

“Traer personas aquí para ofrecerles una oportunidad es la historia misma de Canadá (…) El mundo entero se debe estar preguntado: ¿Qué pasa con Canadá?” dijo el jefe liberal Justin Trudeau.

Justin Trudeau y Thomas Mulcair recordaron las declaraciones del general retirado Rick Hillier, quien dijo que el gobierno podría recibir más refugiados antes del fin de año. Ottawa por su parte anunció recientemente que todos los sirios e irquíes que han huido de sus países serán considerados en el futuro como refugiados, lo que debería acelerar el proceso de acogida.

La ley antiterrorista C-51

Un segmento del debate en el que acaloraron los ánimos fue cuando se habló de la ley antiterrorista, adoptada por la Cámara de los Comunes en el mes de junio pasado. Thomas Mulcair acusó a Justin de Trudeau de haber tenido “miedo” de Stephen Harper al votar en favor de la ley C-51, a pesar de las preocupaciones que él mismo había expresado sobre el tema de los derechos y libertades de los canadienses.

Presentando su enfoque como equilibrado, Justin Trudeau acusó a su vez a Thomas Mulcair de agitar la amenaza de un “estado policía” y le reprochó de adoptar una “política de miedo y división” como el jefe conservador.

Justin Trudeau, Stephen Harper y Thomas Mulcair.
Justin Trudeau, Stephen Harper y Thomas Mulcair. © PC/MARK BLINCH

Las relaciones canado-estadounidenses

En lo que respecta a las relaciones con su vecino del sur, Stephen Harper dijo que “trabaja de una forma productiva” con Estados Unidos, en particular sobre temas como la misión contra el Estado Islámico, Ucrania y el diálogo sobre los cambios climáticos.

Pero el Primer ministro fue acusado por sus dos adversarios liberal y neodemócrata, de haber deteriorado las relaciones con Estados Unidos con el proyecto de oleoducto Keystone XL, al que el presidente Barack Obama opuso su veto.

La adopción de este proyecto es “inevitable” dijo Stephen Harper, que afirmó que goza de un “inmenso apoyo” de ambos lados de la frontera, incluyendo a los sindicatos. Él presentó ese oleoducto como “la mejor solución ambiental para exportar el petróleo”.

Ayuda Internacional

Justin Trudeau comenzó su intervención felicitando a Stephen Harper por la instauración del programa para la salud materna. Sin embargo, le reprochó de estar “concentrado en su ideología” y de haber impedido a las mujeres a tener acceso a servicios de aborto seguros en el marco de ese programa. Thomas Mulcair continuó el ataque afirmando que “la violación se ha convertido en un arma de guerra” y que las mujeres necesitaban ayuda.

Los jefes debatieron también sobre los cambios climáticos, los acuerdos comerciales y el Ártico canadiense.

El moderador Rudyard Griffiths hacía las preguntas en inglés, pero los jefes podían responder en inglés o en francés, en virtud de un acuerdo concluido entre Justin Trudeau y Thomas Mulcair, que pidieron que las dos lenguas oficiales de Canadá ocuparan un lugar igual en el debate.

Este debate oponía a los jefes de los tres principales partidos que tenían un estatus oficial en la Cámara de los Comunes después de la disolución del Parlamento. El Partido Verde, el Bloque Quebequense y Fuerzas y Democracia tienen solo dos diputados cada uno y es necesario tener mínimo 12 diputados para ser reconocidos oficialmente.

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