Unos 34.000 profesores de la Federación Autónoma de la Enseñanza, FAE, que reúne a profesores de la escuela primaria, secundaria y formación profesional, declararon este miércoles un día de huelga para denunciar las compresiones presupuestarias en la red de la educación y la lentitud de las negociaciones en previsión de la renovación de su convención colectiva.
Alrededor de 275.000 estudiantes de Montreal y sus alrededores, de Laval, de las Bajas-Laurentides y del Outaouais se encuentra así en descanso obligado.
Los profesores manifiestaron delante de sus escuelas desde las 6 de la mañana de hoy hasta las 9:30. Después tienen cita a las 11:15 en el Square Victoria, en el centro de Montreal para una manifestación que los llevará hasta el Square Dorchester, donde su jefe sindical, Sylvain Mallete, pronunciará un discurso.

Este es el primer día de una serie de tres días de huelga que los profesores de la FAE votaron la primavera pasada. La FAE representa a más o menos la tercera parte del cuerpo profesoral de Quebec del pre-escolar, la primaria, la secundaria, la educación de adultos y la formación profesional.
Las últimas ofertas presentadas por el gobierno fueron juzgadas como “insultantes” por los profesores y su sindicato. Los profesores estiman que estas ofertas representan un retroceso de sus condiciones de trabajo y atentan contra la calidad de la enseñanza que se ofrece a los estudiantes.
El gobierno desea aumentar el número de horas de su semana de trabajo por el mismo salario actual, la congelación del salario durante dos años y contabilizar como normales a los alumnos con dificultades o minusválidos integrados en sus clases, a sabiendas que esos alumnos requieren más atención.

Los profesores piden un aumento de 13.5% en 3 años. “Nos quieren aumentar de 32 a 35 horas por semana y la semana pasada el gobierno fue hasta 40 horas sin aumento salarial” afirma la presidenta de la Alianza de Profesores y Profesoras de Montreal, Catherine Renaud, que representa a los 8.000 profesores de la Comisión Escolar de Montreal.
Más sin embargo, el salario no es la única reivindicación de los profesores, que denuncian también la reducción del servicio a los alumnos y estudiantes. “En lo que respecta a las condiciones de aprendizaje nos quieren aumentar el número de alumnos en las clases, sin tener en cuenta las necesidades de los alumnos minusválidos o con dificultad de aprendizaje o de adaptación. Los profesores tendrán menos tiempo que consagrar a cada uno de los alumnos cuando responden a sus preguntas”, afirma Catherine Renaud.

Por su parte, el ministro de Educación de Quebec, François Blais, a pesar de que reconoce la legalidad de la huelga, deplora la decisión de los profesores de desertar los salones de clases.
Al ministro que acusa a los profesores de tomar a los padres de familia como rehenes, Catherine Renaud responde que ellos están de su lado. “Los padres de familia se han unido a nosotros de una forma espontánea para defender la escuela pública, para apoyar a los profesores y ofrecer un mejor servicio a los alumnos”, dice ella.
Catherine Renaud dice que los padres de familia y los profesores reclaman al mismo tiempo que cesen las compresiones y que haya una reinversión en la educación.
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