Está bien dejar que los niños jueguen con el perro ya que puede ayudarles a protegerse de desarrollar asma, según los investigadores.
Photo Credit: (Chris Carlson / Associated Press)

¡Deje que sus niños se ensucien si no los quiere asmáticos!

Científicos de la Universidad de Columbia Británica presentaron un estudio según el cual la presencia o ausencia de bacterias en el intestino de un niño podría afectar su riesgo de desarrollar asma. La teoría se basa en un creciente cuerpo de evidencia de que el asma -y las bacterias a las que estamos expuestos- están relacionadas.

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Cuatro bacterias intestinales pueden proteger a los niños de sufrir asma si los menores logran adquirir estos microorganismos antes de los tres meses de edad, según un estudio de la Universidad de la Columbia Británica.

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Brett Finlay es el investigador principal y profesor en la Universidad de BC © CBC

La investigación, publicada por la revista especializada “Science Translational Medicine”, abriría la puerta al desarrollo de tratamientos probióticos para bebés con el objetivo de prevenir el asma, así como la creación de una prueba para predecir qué niños están en riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Las bacterias que disminuyen el riesgo de padecer asma son conocidas por los científicos como “FLVR”, las siglas de los cuatro microorganismos: Faecalibacterium, Lachnospira y Veillonella, Rothia.

La mayoría de los bebés adquiere de forma natural estas bacterias a través de sus entornos, pero otros no lo hacen por las circunstancias en las que se desarrolló su nacimiento u otros factores.

Brett Finlay es el investigador principal y profesor en la Universidad de Columbia Británica.

Por ejemplo, si un nacimiento ocurre por cesárea versus vaginal tiene una tasa de 20% más alta de contraer asma, ya que no está expuesto a los microbios vaginales. Si dio de mamar tienen menos asma. Si hay una mascota en la casa tienen menos asma. Si tomó antibióticos en el primer año de vida, tendrá más probabilidades de asma.

Para este estudio, los investigadores recogieron muestras fecales de más de 300 niños — y luego catalogaron todas las bacterias en esa caca de bebé. ¿Lo que descubrieron? Que los niños con mayor riesgo de contraer asma tenían también niveles bajos de esos 4 tipos de bacterias.

La mejor conjetura de los investigadores es que las bacterias interactúan con las células humanas mientras el sistema inmune se desarrolla.

Finlay dice que su hallazgo le añade más peso a la teoría de que mantener a nuestros ambientes demasiado limpios puede ser una de las razones por las que las tasas de asma están aumentando.

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Mantener a nuestros ambientes demasiado limpios puede ser una de las razones por las que las tasas de asma están aumentando © CBC

Hay una tonelada de señales que lo sugieren.  Esta es la primera prueba real de que hay ciertos microbios que parecen impactar en la posibilidad de que usted tendrá asma más adelante en la vida.

¿El próximo paso? Investigar más acerca de estas cuatro bacterias que no están asociados con ninguna enfermedad. Los científicos ni siquiera están seguros de donde provienen estas bacterias, pero cuando se las dieron a los ratones, los ratones resultaron protegidos contra el asma.

Es decir, comprobaron que los roedores recién nacidos con las bacterias del conjunto “FLVR” desarrollaban un tipo de asma menos grave que el resto.

El estudio demuestra que solo se cuenta con un periodo corto de tiempo, tal vez 100 días, para intervenir terapéuticamente a los bebés y protegerles del asma. Las tasas de asma han aumentado desde la década de los 50 y, ahora, esta enfermedad de los bronquios afecta hasta al 20 % de los niños que viven en países occidentales, según los datos de la investigación.

Hace falta más investigación, pero Brett Finlay dice que lo que encontraron sugiere que los padres pueden relajarse y dejar de preocuparse tanto sobre la exposición de los bebés a los gérmenes.

Que se arrastren por el suelo. Dejen que lamen el suelo. Si observas a un niño en acción verás que literalmente tienen una aspiradora en la boca. Tal vez hay una razón para ello. Tal vez están tratando de colonizarse  ellos mismos a inicios de su vida.

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© CBC

El objetivo final de esta investigación es la posibilidad  de detección de la presencia de estos microbios antes de los 3 meses. Y si se perdieron, los niños podrían ser expuestos deliberadamente a ellos y ser protegidos contra el desarrollo de asma.

Categorías: Salud
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