Montreal arroja al río aguas usadas regularmente, pero después de su tratamiento.

Montreal arroja al río aguas usadas regularmente, pero después de su tratamiento.
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Montreal: la aguas bajan turbias

El anuncio de la Municipalidad de Montreal de su intención de verter 8 mil millones de litros de aguas servidas en el río San Lorenzo, el más importante de la región y uno de los principales de todo Canadá, ha generado una ola de preocupación y críticas.

La medida tiene como objetivo permitir la realización de una obra que facilitará un mejor escurrimiento de la nieve y del agua en un vasto sector de la ciudad.

Obras necesarias

Durante 7 días consecutivos, a partir del 18 de octubre, las autoridades de la urbe se proponen arrojar al río un caudal de aguas sucias provenientes de viviendas, industrias, hospitales y sumideros públicos, equivalente a 2.600 piscinas olímpicas.

La medida es motivada por la realización de obras en la autopista Bonaventure, que atraviesa una de las zonas neurálgicas del centro de Montreal, y que obligará a desplazar una gran alcantarilla en el área, que a su vez se comunica con uno de los dos principales canales de desagüe con los que cuenta la ciudad y que lleva su contenido hacia una planta procesadora.

Hacia la zona convergen las aguas producidas por varios barrios del sudoeste de la isla, entre ellos los populosos LaSalle y Lachine.

La demolición de la autopista Bonaventure forma parte de los trabajos.
La demolición de la autopista Bonaventure forma parte de los trabajos. © Archivo Radio-Canada

Temores y críticas

Previsiblemente, las voces de oposición a la idea no se hicieron esperar.

El temor a la posibilidad de contaminación de uno de los principales cursos de agua en la región ha sido manifestado en numerosos casos en los últimos días.

El San Lorenzo es no solo una de las vías de navegación más importantes del país y por ende del este canadiense, sino que también es considerado como un reservorio de la vida animal de la región y uno de los principales proveedores de agua de Montreal y numerosas ciudades y poblaciones ubicadas a lo largo de sus cientos de kilómetros de riberas.

Cabe recordar que Montreal cuenta con cerca de 3 millones de habitantes, a los que hay que sumar las poblaciones en aumento ubicadas en las riberas norte y sur, además de otras importantes urbes en las márgenes a lo largo del recorrido del San Lorenzo, como la municipalidad de Trois Rivières, una de las más críticas hacia la medida, y hasta la propia capital provincial, la Ciudad de Quebec.

No obstante, las autoridades de Montreal sostuvieron que luego de haber hecho numerosos estudios, llegaron a la conclusión de que se trata de la única alternativa posible y que, además, el río cuenta con una corriente de aguas suficientemente activa y vigorosa como para poder diluir rápidamente el riesgo de polución.

Para la oposición, liderada por la agrupación Projet Montreal, deberían buscarse alternativas como, por ejemplo, bombear las sustancias en cuestión hacia otros canales de desagüe, aunque sea en forma transitoria.

Pero más allá de las disputas políticas, una petición en Internet titulada “El San Lorenzo no es un cesto de basura” logró reunir, en un solo fin de semana, 50.000 firmas de particulares que se oponen al vertido de las aguas servidas.

Una prohibición para bañarse y consumir aguas podría llegar a ser necesaria.
Una prohibición para bañarse y consumir aguas podría llegar a ser necesaria. © CBC Montreal

No todo está decidido

Como el propio gobierno municipal de Montreal se ha encargado de decir en varias ocasiones, la posibilidad de que las aguas no tratadas sean arrojadas al río debe contar con la aprobación de la agencia federal de Medioambiente, la única que puede autorizar la medida.

En ese sentido, Environment Canada anunció el lunes 5 de octubre que aún se encuentra estudiando el caso y analizando las consecuencias potenciales que podría tener el vaciado masivo hacia el río para el medioambiente y para las personas.

El panorama no se presenta fácil para el intendente de la principal ciudad francófona del país, Denis Coderre, ya que una vocera de la agencia ambiental aclaró que las normas vigentes en la materia impiden que se arrojen sustancias venenosas en aguas que cuentan con la presencia de peces, como es el caso del río en cuestión.

Montreal es una isla rodeada de agua y el San Lorenzo es el curso princiapl en la región.
Montreal es una isla rodeada de agua y el San Lorenzo es el curso princiapl en la región. © iStock

Preocupados más allá de la frontera

Pero el plan de la ciudad de Montreal no sólo ha generado críticas y resistencias en Quebec y el resto de Canadá.

La senadora por el estado de Nueva York, Patty Ritchie, pidió que la Comisión Conjunta Internacional se pronuncie sobre el caso.

La legisladora denunció el vaciado de aguas no procesadas sobre lo que calificó “como el río más hermoso de América del Norte” y manifestó su preocupación, ante la posibilidad de que el gesto de Montreal pueda llevar a otros municipios sobre el río San Lorenzo y la región de los Grandes Lagos a tomar medidas similares.

El San Lorenzo se conecta con el Lago Ontario, que baña las costas de la provincia canadiense homónima y del estado de Nueva York.

Categorías: Medioambiente y vida animal, Salud
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