Una niña obligada a quedarse en Jordania debido a un cambio en la política de inmigración canadiense ha podido reunirse recientemente con su familia en Edmonton, Alberta.
Hace unos cuantos años, la pequeña Tuleen hubiera recibido la ciudadanía canadiense porque su abuelo paterno era un canadiense. Pero ya no es el caso. Desde 2009, la transmisión de la ciudadanía canadiense a las personas nacidas fuera del país se limita a la primera generación.
El padre de Tuleen, Asad Daoud nació en Jordania y se crió en Alberta, Canadá. Obtuvo la ciudadanía canadiense a través de su padre, que sí nació en este país. Su esposa, Fátima, una residente permanente de Canadá, dio a luz a su hija Tuleen en 2013 cuando ella estaba Jordania visitando a su madre moribunda.
Los padres tuvieron que dejar a su hija con parientes en Jordania, ya que la madre tenía que regresar para poder mantener su estatus de residente permanente. Ya de regreso a Canadá, la familia había apadrinado a para traerla con ellos a Canadá.
Durante la espera, la familia recibió mucho apoyo de la comunidad albertense. Algunas personas incluso les habían pagado sus billetes de avión para visitar a Tuleen.
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