Muchos analistas se preguntan cuál será el destino de la « dinastía” política de la familia Bush si Jab Bush no logra la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos.
El precandidato –considerado hasta hace algunas semanas como el que tenía más probabilidades para representar a su partido- ha tenido serios problemas para conquistar a los votantes y el último debate, más que ayudarlo, lo perjudicó mucho más.
La aspiración de Bush va tan mal que no son pocos comienzan a revisar si no sería mejor que renunciara y apoyara a alguno de los que están punteando en las encuestas.
Jeb Bush no alcanza el 10 por ciento de favoritismo entre sus copartidarios y ha sufrido los ataques de su antiguo protegido, el senador Marco Rubio que también compite para tratar de quedarse con la investidura republicana.
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