Un informe de Amnistía Internacional denuncia el recurso a la tortura por la policía china para obtener confesiones de sospechosos detenidos. El informe se basa sobre los testimonios de 40 abogados que denuncian el tratamiento que la policía ha dado a sus clientes.
Los sospechosos serían abofeteados, golpeados con zapatos o botellas llenas de agua, privados de sueño y encadenados a sillas en posiciones incómodas y dolorosas durante horas. Algunos de los abogados afirman haber recibido ellos también los mismos maltratos.
La publicación de estas informaciones se hace una semana antes del examen en Ginebra, del comportamiento de China ante el Comité contra la tortura de Naciones Unidas.
“Para la policía, obtener confesiones es siempre la manera más fácil de llegar a una condena”, afirma Patrick Poon, investigador de Amnistía Internacional.
Los tribunales chinos admiten regularmente confesiones susceptibles de haber sido obtenidas bajo la tortura, afirma Amnistía.
La justicia china recibió más de 1320 denuncias de abusos cometidos por la policía para obtener confesiones de incidentes ocurridos entre 2008 y 2015.
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