Morir con dignidad: Diferendo entre Ottawa y Quebec

La Asamblea Nacional de Quebec aprobó en junio de 2014 la Ley 52, que establece las condiciones que permiten a una persona afligida de una enfermedad que la hace sufrir y que se encuentra en la última etapa de su vida, conseguir ayuda médica para morir, así como los requisitos necesarios para que un médico pueda ayudarla a morir y calmar así sus sufrimientos.

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La Ley 52 debía entrar en vigencia el 10 de diciembre próximo, pero dos personas pidieron a la Corte Superior de Quebec que posponga la entrada en vigencia de la ley. Lisa D’amico, una mujer que teme que debido al hándicap del que sufre tenga un día que ser internada en un albergue donde no recibirá los cuidados necesarios y que contra su propia voluntad tenga que optar por la eutanasia, debido a la “lógica del sistema», dice ella..

Por otra parte, el juez Michel Pinsonnault de la Corte Superior de Quebec, que ordenó la suspensión de la entrada en vigencia de la ley hasta el 6 de febrero 2016, dice estar preocupado también por el testimonio del Dr. Paul Saba, quien teme por su parte, las sanciones de la ley quebequense si se niega, por problema de conciencia, a poner fin a la vida de su paciente y que no la dirija hacia otro médico. En otras palabras, teme ser demandado por ayuda a suicidio.

El nuevo gobierno liberal en Ottawa, endosó la suspensión del juez Pinsonnault y hace valer que las disposiciones del Código criminal federal, que prohíbe a cualquier persona ayudar a otra a poner fin a sus días, sigan aún vigente. Estas disposiciones fueron invalidadas por la Corte Suprema de Canadá a principios del presente año, pero los jueces suspendieron su fallo durante un año, hasta el 6 de febrero próximo.

Veronique Hivon, cuando era ministra de Salud y responsable del proyecto de Ley 52.
Veronique Hivon, cuando era ministra de Salud y responsable del proyecto de Ley 52. © PC/PC/Jacques Boissinot

Ottawa considera en consecuencia que hasta entonces, sigue siendo criminal para un médico quebequense administrar una inyección mortal a un paciente. Con respecto a la entrada en vigencia de la Ley 52 el próximo 10 de diciembre, el juez Michel Pinsonnault de la Corte Superior de Quebec, apoyado por la ministra de Justicia de Canadá, dice que la ley entra “en conflicto con los artículos 14 y 241b del Código criminal”, puesto que el artículo 14 estipula “que nadie tiene el derecho a consentir a que la muerte le sea infligida”.  Y el artículo 241b indica que cualquiera que “ayude a alguien a darse la muerte” corre el riesgo de una pena de cárcel de 14 años.

Si se va un poco más lejos en la reflexión, según la ex ministra de Salud de Quebec, Veronique Hivon, la ministra de Justicia de Canadá podría ordenar al director de las demandas criminales y penales que no haya acusación en ese caso.

Morir con dignidad
Morir con dignidad

El vacío jurídico entre el 10 de diciembre de este año, fecha de entrada en vigencia de la ley, y el 6 de febrero, fecha límite ordenada por los jueces de la Corte Suprema de Canadá para la suspensión del fallo con respecto a las disposiciones del Código criminal federal, podría no existir. Porque no habría acusación, porque de todas formas Quebec no tiene la intención de hacerlo, afirma el actual ministro de Salud de Quebec, el Dr. Gaetan Barrette.

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Veronique Hivon dice que no es por nada que la ley quebequense fue adoptada hace 18 meses y entra en vigencia solo el 10 de diciembre próximo. Ese lapso era necesario para que el sistema médico estuviera listo, para que se establecieran los protocolos, que el Colegio Médico haya colaborado, que los médicos, las enfermeras y todos los equipos que se encargan de los cuidados de los enfermos haya recibido la formación necesaria.

Gravel le matin, RDI, revista de prensa

Categorías: Política, Salud
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