En Francia la formación política de extrema derecha, Frente Nacional, encabezado Marine Le Pen, fue rechazada por el electorado en las elecciones regionales de este domingo.
Esta derrota es un revés para las ambiciones de la líder, Le Pen, rumbo a las elecciones presidenciales del 2017.
La segunda vuelta electoral, en la que los conservadores de Sarkozy ganaron siete regiones y los socialistas de Valls cinco, no fue una victoria real para ninguno de los dos principales partidos, alarmados por la creciente atracción que ejerce el discurso de la extrema derecha sobre los desilusionados votantes franceses.
El Frente Nacional consiguió un histórico resultado la semana pasada al encabezar la primera ronda de los comicios regionales.
Esa victoria fue alimentada por un clima de miedo tras los atentados cometidos por militantes islamistas que dejaron 130 muertos en París hace un mes y la crisis de refugiados en Europa.
Pese a no ganar en ninguna región el domingo después de que los socialistas se retiraron de las principales áreas e instaron a sus partidarios a apoyar a los conservadores del ex presidente Nicolas Sarkozy, el FN consiguió los mejores resultados de su historia.
Marine Le Pen, quien confiaba en poder usar los resultados regionales para impulsar sus posibilidades en las elecciones del 2017, perdió por un amplio margen en el norte de Francia el domingo, con un 42,8 por ciento de los votos en la segunda vuelta contra un 57,2 por ciento en favor de los conservadores de Sarkozy.
En el sureste, otra región clave para el FN donde la sobrina de Le Pen, Marion Marechal-Le Pen, se presentó como candidata, los conservadores obtuvieron un 53,7 por ciento, contra un 46,2 por ciento del FN, según resultados oficiales tras conocerse un 84 por ciento de los votos.
Con cinco regiones ganadas de 13, los resultados para los socialistas no fueron tan malos como temían, aunque signifiquen una enorme derrota. En las elecciones del 2010 ellos ganaron 21 de las 22 regiones.
Las elecciones regionales, las últimas antes de los comicios presidenciales y parlamentarios del 2017, eran consideradas como una prueba para los principales candidatos, Hollande, Sarkozy y Le Pen.
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