Alberta tiene un problema. De ser una provincia rica, que nadaba en la abundancia del petróleo a precios récord por encima de los 100 dólares por barril, ahora tiene menos dinero debido a que la caída de los precios del petróleo han significado un duro golpe para la economía de la provincia, que enfrenta un déficit.
Es en este contexto que los precios de la carne han aumentado por las nubes. El resultado es que los filetes de carne ahora pueden salir volando de los supermercados, en carritos empujados por ladrones que conocen la diferencia entre un filet mignon y un asado de costilla.
Los dueños de los supermercados y carnicerías en la provincia de Alberta están tratando de ponerse al día con un nuevo estilo de robar la carne. Los ladrones ingresan al comercio, colocan en los carritos cortes de carne equivalente a cientos de dólares y luego salen corriendo del comercio.
Estos robos son llevados a cabo por grupos de personas que utilizan la tecnología, se conectan por teléfonos celulares, se mandan textos y se comunican. Una vez fuera de la tienda, la carne robada es colocada en un coche que ya estaba esperando el cargamento, para darse a la fuga.
«A veces agarran el carro entero, con todo lo que contiene, y lo lanzan hacia la parte trasera de una camioneta o un camión y luego se escapan”, explicaba Graham Getz, gerente general de la tienda de alimentos Co-op St. Paul.
Getz dijo que en las últimas seis semanas se han producido por lo menos cuatro robos mayores en su tienda.
En cada robo, los ladrones se llevaron mercadería por un valor de 500 dólares, en su mayoría carne, aunque de vez en cuando los amigos de lo ajeno también se llevaron quesos de alto precio.
La magnitud de los robos de carne empujó a la Cámara de Comercio de San Pablo a convocar a una reunión de emergencia de sus miembros. En colaboración con el destacamento de la Policía Federal en St. Paul, ellos tienen la esperanza de desarrollar estrategias de prevención para evitar los robos.
La directora ejecutiva Linda Sällström se pregunta si estos robos son organizados. «Creo que este es el aspecto más singular de estos robos. Nunca he oído hablar de un grupo organizado que tenga como objetivo específicamente la carne.»
El reciente aumento de los casos de robo de carne no es un hecho que sólo afecta a las tiendas de comestibles de St-Paul. La Policía de Edmonton también informó que cada semana ellos reciben una o dos llamadas sobre casos de robo de carne.
«Tú ves a personas que están cargando alimentos en un carrito de compras. Se trata de personas de aspecto común y corriente, como cualquier otro cliente en una tienda de comestibles, cuando de repente se acercan a la puerta de salida en una carrera loca escapando del lugar», cuenta el sargento Steve Sharpe, del servicio de Policía de Edmonton.
«La preocupación que tenemos es una vez que la carne ha sido robada de una tienda, esta puede ser dividida en partes y una vez que esto ocurre es realmente difícil hacer un seguimiento del caso», dijo el uniformado.
Tampoco hay manera de saber cómo ha sido manejada esa carne robada. Por eso las autoridades recomiendan comprarla de los comercios de confianza para evitar de este modo productos contaminados o peligrosos para la salud.
Los altos precios de la carne que se cree están causando esta serie de robos se van a mantener por un buen tiempo, especialmente los precios de la carne de vaca.
Por su parte los productores de carne de la provincia de Alberta recién están empezando a ponerse al día con la demanda, de acuerdo a Rich Smith, director ejecutivo de los productores de carne de Alberta.
Cuando se produce una escasez de carne, lo que ocasiona que los precios aumenten, puede tomar hasta tres años para que los productores puedan satisfacer adecuadamente la demanda. Ese es el lapso que requieren los ganaderos para criar suficiente ganado y satisfacer una mayor demanda.
«Tomará un par de años aumentar de manera significativa la oferta por lo cual no esperamos que los precios de la carne vayan a caer significativamente durante estos dos años», decía finalmente Rich Smith, director ejecutivo de los productores de carne de Alberta.
Esto significa que por un par de años más los ladrones de carne se darán modos para sorprender a los dueños de los comercios con nuevas técnicas para apropiarse de los buenos, y caros, asados de res.
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