«No hay duda – el Lejano Norte Blanco, la tierra del hielo y la nieve, el segundo país más frío del mundo, el país con más nieve en el mundo – estamos perdiendo nuestra reputación como pueblo de invierno».
David Phillips, prestigioso climatólogo del organismo Medioambiente Canadá.
Una imagen ha estado circulando en Internet. Es la de un hombre barbudo mayor, con las cejas fruncidas y una sonrisa forzada y con un texto que dice: «Usted está disfrutando del clima cálido en diciembre, pero en el fondo sabe que se debe al calentamiento global.»
Toronto y Ottawa, por ejemplo, tuvieron el otoño más cálido nunca antes registrado. Montreal ha conocido temperaturas históricas sin nieve. Fredericton y San Juan tuvieron temperaturas de dos dígitos para la Navidad.
Seguiremos siendo el Lejano Norte Blanco, pero los inviernos ya no serán simplemente nuestra temporada dominante.
– David Phillips, Environment Canada
Hasta el momento, las temperaturas altas de noviembre y diciembre de este año en muchas partes del país se deben a un súper El Niño que lleva el aire caliente del Pacífico. Es un evento de origen natural que tiene lugar cada pocos años. El curso de las temperaturas del océano interrumpe el flujo típico de aire en la atmósfera y alivia a los canadienses del frío produciendo inviernos suaves.
Pero El Niño solo no explica el gran aumento en la temperatura, de acuerdo con el climatólogo Simon Donner de la Universidad de la Columbia Británica.
«Un cambio radical”
«Los récords de temperatura se deben al fenómeno de El Niño, la razón principal de que el planeta se está calentando lentamente», dijo Donner. «El Niño significaría un invierno suave en muchas partes de Canadá. Pero El Niño, más el calentamiento global, significa un invierno cálido sin precedentes.»
Y eso es sólo una muestra de lo que vendrá, dijo.
«Sin duda alguna estamos en este momento en una trayectoria de 4 C o más de calentamiento en los inviernos en este siglo», dijo Donner.
Medioambiente Canadá, que ha estado observando los inviernos en los últimos 68 años, ha notado una progresión similar. En promedio, se ha encontrado que los inviernos son 3 C más caliente – «un cambio radical», dijo Phillips.
Los canadienses pueden esperar ver surgir ciertas tendencias en el futuro, según Phillips:
*En primer lugar, los inviernos se calentarán más que los veranos.
*En segundo lugar, habrá un mayor calentamiento en el interior del país y en menor medida en las costas, que son moderadas por los océanos.
*En tercer lugar, la velocidad de los cambios será dramática. «Hemos pasado por el cambio de cámara lenta en los últimos 60 años», dijo. Pero en el futuro «podemos ver duplicar ese cambio en la mitad del tiempo.»
Las navidades blancas, añadió, todavía ocurrirán pero «puede que tengamos que soñar con ellas e incluso orar por ellas en los próximos años», dijo.
Donner describe las cosas en términos más crudos.
«El año pasado fue el año más caluroso de la historia. 2015 está superando ese registro. Registros globales de temperatura son el tipo de cosas que se establecen por cantidades muy pequeñas», dijo.
Clima persistentemente inusual
A pesar de las actuales temperaturas cálidas, los canadienses del este recuerdan muy bien los duros inviernos de los últimos dos años y los cortes de energía que los acompañaron, las temperaturas del Ártico y altísimas cantidades de nieve en muchos lugares.
Los escépticos del calentamiento global pueden estar desalentados al saber que esos inviernos no explican demasiado el cambio climático.
«Es justo decir que hemos estado experimentando algunos cambios bastante salvajes y una variabilidad de la temperatura», dijo John Gyakum, presidente del departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad McGill.
Es parte de la paradoja del calentamiento global, dijo. A pesar de las tendencias generales que muestran un calentamiento del planeta, los últimos inviernos en lugares como Montreal experimentaron las temperaturas más frías de la historia los últimos dos años.
Este patrón de imprevisibilidad, como lo nombra, tiene enormes implicaciones no sólo para el medio ambiente y las empresas, sino para cómo los canadienses pasarán sus temporadas de vacaciones. Las condiciones necesarias para las actividades de invierno, como la pesca en hielo, esquí y patinaje pronto podrían desaparecer, o costar mucho más.
Gyakum no descarta más fenómenos de El Niño América del Norte lo que traerá tormentas de hielo más frecuentes y lluvia helada. La gente, dijo, tendrá que considerar adaptarse a ese tipo de cambio en sus vidas diarias.
De su lado Phillips, un optimista de naturaleza como se describe él mismo, dijo que los canadienses se desenvuelven muy bien señalando que ya hemos inventado cosas como el quitanieves y el vino helado para hacer frente a nuestro patrimonio congelado.
«Pero cuanto antes nos hagamos a la idea del cambio y la aceptamos, mejor estaremos.»
RCI con informaciones de CBC
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