Corea del Sur y Japón alcanzaron el lunes un acuerdo histórico para resolver el tema de las «mujeres de confort», como fueron eufemísticamente conocidas las mujeres coreanas abusadas sexualmente por las tropas imperiales japonesas en tiempos de guerra, una disputa que ha enfrentado a ambos países.
Tras una reunión en Seúl los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países declararon que el tema de las «mujeres de confort» será resuelto de manera «definitiva e irreversible» si se cumplían todas las condiciones.
El acuerdo será recibido favorablemente por Estados Unidos, que buscaba una mejora de las relaciones entre sus dos principales aliados en Asia a fin de contener la creciente presencia e influencia internacional de China y la impredecibilidad Corea del Norte.
Japón está «dolorosamente consciente de sus responsabilidades» por las masivas ofensas a la honra y la dignidad de las mujeres, dijo el canciller de Japón, Fumio Kishida, en una conferencia de prensa en Seúl junto a su homólogo surcoreano.
Algunos historiadores señalan que unas 200.000 mujeres coreanas fueron víctimas del atropello japonés. Muy pocas de ellas permanecen en vida.
Ambos países han intentado durante décadas superar su antagonismo en torno al tema de las «mujeres de confort», pero los esfuerzos previos no tuvieron éxito.
Un poderoso símbolo del éxito del acuerdo podría estar en una estatua que simboliza a las «mujeres de confort», que fue colocada delante de la embajada de Japón en Seúl y que ha irritado profundamente a Tokio.
Aunque Corea del Sur no mostró su acuerdo con retirar la estatua, el canciller surcoreano, Yun Byung-se, dijo que Seúl reconocía las preocupaciones de Japón y que sostendrá conversaciones con el grupo que levantó el monumento para abordar el tema.
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