El 2015 habrá sido para El Salvador, el pulgarcito de América, el año más violento de su historia, con un aumento de un 70 % en el número de homicidios en comparación con el 2014.
Según un funcionario forense del país centroamericano, el aumento de la violencia es resultado de la recrudescencia de las agresiones de las temidas pandillas callejeras.
Hasta el 31 de diciembre, las víctimas mortales podrían llegar hasta 6.650 personas, un número mayor a las 3.912 víctimas registradas en 2014, declaró Miguel Fortín Magaña, director del Instituto de Medicina Legal (IML) de El Salvador, quien añadió que se trata de una verdadera pandemia.
La cifra llevará la tasa de homicidios a más de 100 por cada 100,000 habitantes, lo que colocaría a la pequeña nación centroamericana de 6.4 millones de habitantes como la más violenta en el mundo, según datos de Naciones Unidas.
Para las autoridades de Policía, los responsables de esta violencia criminal son las llamadas «maras», que son pandillas de jóvenes que se originaron entre los salvadoreños que huyeron de la guerra civil hacia Estados Unidos en la década de los 80 y 90. Esas pandillas libran en la actualidad sangrientas batallas por el control del tráfico de drogas y extorsionan a pobladores y empresas.
Las pandillas rivales Barrio 18 y Mara Salvatrucha han atacado oficinas del Gobierno y hace unos meses forzaron a un paro del transporte durante cuatro días, amenazando a los chóferes para que no salieran a trabajar y asesinando a varios de ellos.
En lo que va de 2015, unos 62 policías y 24 militares murieron en ataques o enfrentamientos con estas pandillas.
Esta violencia también ha empujado a más mujeres y niños a emigrar hacia Estados Unidos.
Las muertes violentas registradas este año serían superiores a las ocurridas en tiempos de la guerra civil que desangró al país entre 1980 y 1992 y en la que se calcula que murieron unas 75,000 personas y otras 8,000 desaparecieron.
Miguel Fortín Magaña, director del Instituto salvadoreño de Medicina Legal, añadió que no se sabe cuántas personas murieron durante la guerra civil entre una guerrilla de izquierda y una serie de dictaduras militares apoyadas por Washington, pero se calcula que unos 5,000 salvadoreños morían cada año.
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