Una escena en la película “La naranja mecánica”, dirigida por Stanley Kubrick en 1971, muestra al personaje principal, Alex Delarge, interpretado por el actor británico Malcolm McDowell, siendo sometido a una sesión de lavado de cerebro, el «Tratamiento Ludovico».
Lo que en esa película es ficción se convirtió en realidad en Montreal, donde un psiquiatra asociado a la prestigiosa Universidad McGill, Ewen Cameron, llevó a cabo experimentos aterradores de modificación de la conducta en seres humanos a mediados del siglo XX. Esos experimentos fueron hechos con el auspicio de la CIA, la Agencia Central de Inteligencia estadounidense, en el contexto de la Guerra Fría.
Esta historia es el primer capítulo de un excelente libro de la autora y activista canadiense Naomi Klein, La doctrina del shock, el surgimiento del capitalismo del desastre. Publicado en 2007, este libro fundamental para entender los procesos actuales de funcionamiento del sistema económico capitalista, fue llevado a la pantalla.
Fue en 2009 que el director británico Michael Winterbottom presentó la película documental basada en el libro de Naomi Klein en el Festival de Cine de Berlín.
La película sostiene que las políticas neoliberales propuestas por las instituciones financieras internacionales requieren para su aplicación una terapia de shock, una crisis profunda, como un golpe de Estado en Chile, o una invasión en Irak, para imponer medidas económicas para la apropiación de recursos y riqueza de una sociedad en beneficio de elites económicas transnacionales, el llamado 1 %.
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