Funcionarios federales de alto nivel recomendaron al Primer Ministro Justin Trudeau fortalecer los lazos económicos con Arabia Saudita, por su petróleo y su posición estratégica en el Golfo Pérsico.
Esto es lo que se revela en un documento del cual La Presse Canadienne obtuvo una copia a través de la Ley de Acceso a la Información.
El documento revela las razones que llevaron a los liberales a hacer oídos sordos a las llamadas que piden cancelar un contrato de 15 mil millones de dólares por la venta, por parte de una empresa de Ontario, de vehículos blindados a Arabia Saudita. Estas llamadas se hicieron aún más acuciantes desde que Arabia Saudí ha ejecutado a 47 personas el pasado fin de semana, incluyendo a un prominente líder religioso chiita, Nimr al-Nimr.
El primer ministro Trudeau ha sido aconsejado también de prepararse en vistas de una posible disminución de las sanciones contra Irán, en caso de que se avance en la aplicación del histórico acuerdo nuclear concluido el año pasado por Teherán con seis países, entre ellos Estados Unidos.
Una región que puede inflamarse
La ejecución del líder chií Nimr al-Nimr ha alimentado las tensiones entre Arabia Saudita, de mayoría sunita, e Irán, de mayoría chií, aumentando los temores de un conflicto directo entre los dos países.
Intereses canadienses en esta región tumultuosa se destacan en el documento que se le presentó al primer ministro Trudeau.
«En los planos del comercio y tal vez la seguridad, los intereses de Canadá serán mejor servidos en la profundización de las relaciones estratégicas con los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG),» según el documento, subrayando que Arabia Saudita es el jugador más grande de este grupo de seis países, incluyendo también los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Kuwait, Omán y la República de Qatar.
El compromiso bilateral actual incluye un interés particular por Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos. Arabia Saudita es una potencia regional, el único país árabe en el G-20. Es uno de los principales contribuyentes a la seguridad energética global y el más importante socio económico de Canadá en la región.
– Extracto presentado al Primer Ministro Justin Trudeau
La nota dirigida al primer ministro canadiense, se refiere también a las oportunidades de comercio e inversión de Canadá en la región del Golfo Pérsico, y en los sectores donde Canadá sobresale: finanzas, educación, la salud, la agricultura y la infraestructura.
La delicada cuestión de los derechos humanos
La versión censurada del documento no hace mención de la cuestión de los derechos humanos, incluyendo el caso del bloguero saudita Raif Badawi, cuya esposa ahora vive en Quebec. Una sección del documento sobre cómo Canadá puede apoyar «reformas sociales y políticas consensuales y graduales » fue expurgada casi en su totalidad.
En diciembre pasado, el ministro de Asuntos Exteriores de Canadá, Stéphane Dion se había reunido con su homólogo saudí y lo había presionado para que concediera el indulto a Badawi, condenado a recibir 1.000 latigazos y 10 años de prisión por criticar contra los líderes religiosos de Arabia Saudita.
Sólo unos días después de las 47 ejecuciones, el ministro Dion pidió al gobierno saudí » proteger los derechos humanos, respetar a los que manifiestan pacíficamente la disidencia y garantizar la buena marcha de la justicia».
Para Alex Neve, quien está a la cabeza de Amnistía Internacional en Canadá, el comentario de Stéphane Dion «salió un poco del ordinario en comparación con los gobiernos anteriores respecto a lo que estaban dispuestos a decir en materia de derechos humanos en Arabia Saudita. Ahora lo que tenemos que ver es cómo se tratará la dimensión relativa a los derechos humanos en el contexto del contrato con los vehículos blindados».
Un portavoz del ministro Dion afirma que el contrato que vincula a los saudíes con General Dynamics Land Systems de Canadá no se cancelará debido a que tiene los permisos de exportación correspondientes. Los protocolos de control de Canadá en materia de exportación «son cuidadosamente revisados y las consideraciones relativas a los derechos humanos son consideras seriamente cuando se expide un permiso», dice Adam Barratt.
Durante la reciente campaña electoral federal, el ex primer ministro Stephen Harper y Justin Trudeau habían dado su apoyo a este contrato.
«Canadá está preocupado»
Stephan Dion también dijo la semana pasada que Canadá estaba preocupado con la idea de que la ejecución de al-Nimr Nimr podría exacerbar aún más las tensiones en la región.
Few Hampson, un experto en seguridad internacional en el Centro Internacional de Innovación en Gobernabilidad, dijo por su parte que la ruptura de las relaciones entre Arabia Saudita e Irán, los dos poderes islámicos dominantes en la región, podría dar lugar a una confrontación militar directa, más allá de las guerras de poder que estos países llevan a cabo en Irak, Siria y Yemen.
«Esto no es un buen augurio para la estabilidad política de la región, que ha sido exacerbada por las profundas preocupaciones de Arabia Saudita con respecto a la implementación del acuerdo nuclear con Teherán,» dice Few Hampson.
El jueves, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo que Irán estaba cerca de cumplir con sus obligaciones con respecto a este acuerdo, lo que obliga a Teherán a dar marcha atrás en el desarrollo de la tecnología necesaria para fabricar un arma nuclear.
Si este es el caso, los países occidentales como Canadá estarán obligados a levantar las sanciones de la ONU contra Irán.
«Canadá deberá retirarse o modificar las sanciones de la ONU respecto a Irán […]en el invierno de 2016 o el verano de 2016», estaba escrito en el memorando presentado al señor Trudeau.
Justin Trudeau pidió la reapertura de la embajada de Canadá en Teherán y el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, pero ninguna decisión todavía se ha anunciado a este efecto.
RCI con informaciones de Radio Canadá y La Presse Canadienne
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