Una toma de rehenes y tres explosiones dejaron –por lo menos- 32 personas muertas en Irak.
En la capital, Bagdad, un grupo armado -perteneciente al autodenominado Estado Islámico- irrumpió en un centro comercial de un barrio chiita disparando indiscriminadamente, tomando el control del lugar y varios rehenes.
Antes de ingresar al centro comercial, los atacantes detonaron un carro bomba a la entrada del establecimiento que dejó varias víctimas mortales.
Según las primeras informaciones de la policía iraquí, 12 personas perdieron la vida durante el ataque que terminó con la muerte de los atacantes y la retoma del centro comercial por parte de las autoridades.
Hasta ahora las diferentes fuentes de información no logran ponerse de acuerdo sobre el número de miembros del comando que realizó el ataque: algunos medios de información hablan de 4 otros de 20.
Lo mismo sucede con el número de víctimas ya que –hasta ahora- las cifras varían según la fuente: mientras unos hablan 10 muertos y 25 heridos y otros avanzan la cifra de 7 muertos y 27 heridos, otros más confirman 12 muertos y 23 heridos.
Mientras tanto, en Moqdadiya, un kamikaze sirvió de señuelo para causar un mayor número de víctimas.
Poco después de que el hombre accionara los explosivos que portaba, al lugar llegaron las autoridades, los organismos de socorro y los curiosos. En ese momento, fue detonado un carro bomba ubicado en el lugar de los hechos. En total, según los balances temporales emitidos hasta ahora, 20 personas perdieron la vida y 50 más resultaron heridas.
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