Una excepción ordenada por el ministerio canadiense de Inmigración permitió a este salvadoreño abandonar la iglesia en la que vivía -en la ciudad de Vancouver, al oeste de Canadá- para evitar su deportación.
Aunque la noticia fue muy buena, aún quedan muchas cosas por aclarar y solucionar como, por ejemplo, el hecho de que algunos funcionarios canadienses consideren que el FMLN (Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, una ex guerrilla salvadoreña) es una organización terrorista.
Martín Movilla habló con José Figueroa sobre su caso, su realidad de libertad, lo que espera y lo que le falta a su caso para que llegue al final del camino.

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