Según las autoridades pakistaníes, un kamikaze en una motocicleta se hizo explotar este martes en un frecuentado puesto de control de la policía en Peshawar, noroeste de Pakistán, matando a 11 personas e hiriendo a unas 20 más. Entre los muertos se encuentran 4 policías, un periodista local y 7 civiles, entre los que se encuentran 2 niños.
Uno de los jefes de los talibanes pakistaníes, Maqbool Dawar, reivindicó el atentado afirmando que se trata de un acto de represalia después de la muerte de talibanes encarcelados, que habían sido detenidos por las fuerzas del orden pakistaníes. Una facción disidente de los talibanes pakistaníes también reivindicó el atentado.
El kamikaze arremetió con su moto contra un retén de policía que se encuentra en una carretera que lleva a Afganistán, dijo el oficial de policía Iqbal Khan. Peshawar se encuentra al borde de las volátiles regiones tribales de Pakistán, un bastión de los talibanes y otros grupos islámicos.
Un testigo, que estaba esperando para cruzar la calle, afirma que el retén estaba congestionado por el tráfico en el momento del ataque.
La violencia militante había disminuido desde que Pakistán lanzó una ofensiva militar de gran envergadura en Waziristán del norte, una región tribal en la frontera con Afganistán, durante el verano de 2014. Pero los talibanes han logrado igual llevar a cabo grandes ataques, incluyendo un asalto a una escuela del ejército en Peshawar en diciembre de 2014, en el que murieron más de 150 personas, niños en su mayoría.
Radio Canadá/CBC/Associated Press/Canadian Press
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