Las personas que trabajan en cuidados paliativos en Canadá dicen que las conversaciones están empezando, pero todavía hay una gran necesidad de un mejor final de la vida.
Photo Credit: (Lotus Carroll / Flickr cc)

A donde quieren morir los canadienses al final de sus vidas

Canadá tiene la mayor proporción de personas con cáncer que mueren en el hospital según un estudio comparativo entre siete países desarrollados, a pesar de la falta de correspondencia con el tipo de cuidados al final de la vida que muchos canadienses dicen querer.

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© M. Spencer Green/Associated Press

La proporción de población envejecida y de casos terminales por cáncer o cardiopatías está aumentando en todo el planeta. Y los cuidados paliativos tienen, cada vez más, una relevancia mayor.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuidados paliativos «mejoran la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares, proporcionando tratamientos para el dolor y otros problemas -físicos, psicosociales y espirituales».

El padre de Patricia Goyette tenía cáncer. Murió la semana pasada.  Médico jubilado de la ciudad de Toronto, Hafiez Albert Abdul, pasó sus últimos momentos en su casa y con la familia.

«Yo estaba muy contenta al final porque tuve la oportunidad de honrar su petición y tenerlo aquí en el hogar»

Al igual que el padre de Patricia Goyette, la mayoría de los canadienses prefieren morir en casa.

Patricia Goyette © CBC

Pero un nuevo estudio muestra justamente que la mayoría de las veces – eso no sucede.

La investigación comparativa sobre cuidados paliativos ofrecidos a pacientes con cáncer terminal se realizó utilizando los registros administrativos para las personas mayores de 65 años que murieron de cáncer en Canadá, Bélgica, Inglaterra, Alemania, los Países Bajos, Noruega y Estados Unidos.

Canadá tuvo proporcionalmente el mayor número de personas que mueren en los hospitales, un 52,1 por ciento, seguido de:

Bélgica – 51,2 por ciento.

Inglaterra – el 41,7 por ciento.

Alemania – 38,3 por ciento.

Noruega – 44,7 por ciento.

Países Bajos – 29,4 por ciento.

EE.UU. – 22,2 por ciento.

«Países como Holanda e Inglaterra tienden a gastar mucho menos, pero en general tienen una mayor capacidad para prestar cuidados paliativos y cuidado en hospicios que países como Canadá y Estados Unidos, que gastan mucho más», dijo el autor del estudio, el Dr. Robert Fowler, médico de cuidados intensivo  en el Hospital Sunnybrook de Toronto y científico en el Instituto de Ciencias evaluativas clínicas (CIEM).

Dr. Robert Fowler, médico de cuidados intensivo en el Hospital Sunnybrook de Toronto © CIEM

Ningún país tiene la respuesta a todo, pero hay menos oportunidades para mantener a la gente fuera del hospital en Canadá y los EE.UU. en comparación con el Reino Unido, dijo.

«Una gran parte de ese tratamiento en el hospital representa una parte muy importante del aumento de los costos, e irónicamente, está elevando los costos de la atención que la mayoría de la gente diría que no es el tipo de atención que ella quiere.»

Como médico de cuidados críticos, Fowler escucha a pacientes que dicen que les gustaría morir fuera del hospital, y que prefieren un lugar tranquilo y privado. Pero como la atención domiciliaria, la atención en hospicios y en cuidados paliativos no cuenta con personal suficiente, los hospitales – incluyendo medicamentos y análisis que se realizan de forma rutinaria – se han convertido en la opción predeterminada en Canadá.

Un informe de 2010 del Senado canadiense que analiza el futuro de los cuidados paliativos en Canadá llegó a conclusiones similares.

Dice que el envejecimiento de la población pondrá a prueba el sistema de salud como nunca antes.

Y que Canadá tiene que gastar de manera más inteligente para que más personas puedan beneficiarse de los cuidados paliativos.

Las menores tasas de ingresos hospitalarios, duración de estancia y muertes en hospital en los EE.UU. y los Países Bajos sugieren que los cuidados al final de la vida pueden evolucionar para reflejar las preferencias y objetivos de los pacientes, dijeron los investigadores.

Dr. Russell Goldman, director del Centro Latner Temmy de Cuidados Paliativos © Temmy Latner centre

«Uno de los predictores más fuertes de alguien que quiere quedarse en casa a morir es su deseo personal de estar en casa», dijo el Dr. Russell Goldman, director del Centro Latner Temmy de Cuidados Paliativos en el Hospital Mount Sinai de Toronto.

Goldman, que no participó en el estudio, dice que tener estas conversaciones íntimas para guiar a los pacientes a tomar las decisiones que sean coherentes con sus valores y preferencias es una de las partes más gratificantes de su trabajo.

El padre de Patricia Goyette, Hafiez Albert Abdul, fue diagnosticado con cáncer en su glándula salival hace aproximadamente un año. Él fue capaz de morir en su casa en Toronto recientemente bajo la supervisión médica de Goldman.

«Él comenzó a recibir medicamentos para el dolor que necesitaban ser administrados cada dos o tres horas», recordó Goyette. «Yo dormía en el sofá porque quería asegurarme de que estaba siendo medicado correctamente para minimizar el nivel de dolor durante todo el día.»

Goyette dijo que tenía que ser mentalmente fuerte durante los últimos días. Si ella no se hubiera jubilado entonces la familia probablemente habría necesitado ayuda privada.

«Yo estaba feliz de que él estuviera en su casa, estaba cómodo, estaba en paz y yo no creo que él habría recibido ningún cuidado diferente si él estuviera en el hospital.»

Un día de atención en un centro de cuidados intensivos cuesta alrededor de $ 1.000 a 1.200 al día, estima Goldman. Una cama en una unidad de cuidados paliativos en un centro de atención cuesta alrededor de $ 300 a $ 500.

El estudio fue financiado por el Fondo Commonwealth, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento y el Instituto Nacional del Cáncer de EEUU.

Morir en América latina

A finales del año pasado la revista The Economist Intelligence Unit (EIU) analizó cómo es la medicina paliativa en 80 países de diferentes continentes.

En esta investigación, tuvieron en cuenta cinco categorías en medicina paliativa: calidad, accesibilidad, entorno, recursos humanos y participación de la comunidad.

¿Cuáles fueron los que sacaron peor y mejor puntuación?

A medida que la sociedad envejece, se vuelve más necesario proporcionar servicios paliativos de calidad.

Y la estrategia – o falta de estrategia- gubernamental juega un papel fundamental en este propósito.

«La aplicación de políticas nacionales es esencial», cita el informe del EIU.

Mejores países para morir en América Latina

  1. Chile 58,6%
  2. Costa Rica 57,3%
  3. Panamá 53,6%
  4. Argentina 52,5%
  5. Cuba 46,8%

Según asegura el presidente de la Asociación Latinoamericana de Cuidados Paliativos (ALCP), Eduardo Yanneo, en entrevista con la BBC, el éxito de Chile -el tercero en el continente americano, después de EE.UU. y Canadá- se debe a que «cuenta con uno de los programas de cuidados paliativos más antiguos, apoyado por el gobierno desde el principio».

Las conclusiones globales del «Índice de Calidad de Muerte» de 2015 -la primera edición fue publicada en 2010- sitúan a la cabeza del listado general a Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda y Bélgica.

Por el contrario, los peores países para morir son Irak, Bangladesh, Filipinas, Nigeria y Myanmar, seguidos por República Dominicana y Guatemala.

Los casos de República Dominicana y Guatemala resultan preocupantes. La nota tan baja, según el informe, se debe a que «ninguno de estos países cuenta con una estrategia gubernamental de desarrollo y promoción de cuidados paliativos».

RCI, Christine Birak de CBC, OMS, BBC

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