Según el ministerio del Interior de Túnez, un policía murió ayer después de haber sido atacado por manifestantes desempleados que reclamaban empleos en Feriana, centro-oeste del país.
La ciudad de Feriana está situada al sur de Kasserine, donde se llevó a cabo el martes pasado la primera manifestación de desempleados después del suicidio de un joven sin trabajo.
El movimiento se extendió después a otras ciudades, provocando enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden.
Un toque de queda fue decretado en Kasserine, que se extendió después a Feriana y Thala, pero los manifestantes lo desobedecieron y se quedaron en las calles desafiando a la policía.

El gobierno anunció el reclutamiento de 6.000 jóvenes desempleados en Kasserine y el inicio de proyectos de construcción en la región, una de las más pobres del país.
“No podemos arreglar las cosas en Kasserine con un golpe de varita mágica, pero pronto van a comenzar proyectos de inversión pública en la región”, declaró Khaled Chaouket, portavoz del gobierno tunecino.
La “revolución de jazmín” que desembocó después en la “primavera árabe” comenzó con enfrentamientos que siguieron después de la muerte el 4 de enero de 2011, de Mohamed Bouazizi, un vendedor ambulante que se sacrificó prendiéndose fuego en Sidi Bouzid.
El índice de desempleo en Túnez llegó a 15.3% de la población activa a finales de 2015, contra 12% en 2010. Los atentados islamistas que azotaron al país el año pasado, desequilibraron la economía y en particular el sector turístico.
Radio Canadá/Reuters
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