El presidente Vladimir Putin aprobó probablemente la operación de inteligencia rusa para asesinar al ex agente del KGB y el FSB, Alexander Litvinenko en 2006, concluyó el juez que lideró la investigación británica
Litvinenko, que criticaba abiertamente a Putin, huyó de Rusia y murió envenenado después de haber bebido té verde mezclado con la substancia radioactiva polonio 210 en noviembre de 2006, afirma hoy el juez Robert Owen en las conclusiones de la investigación sobre su asesinato.
El juez afirma que el ex guardaespaldas del KGB Andrei Lugovoy y el ciudadano ruso Dmitry Kovtun son los responsables materiales del envenenamiento de Litvinenko, en una operación dirigida por el FSB (los servicios de inteligencia rusos, sucesor del KGB).

“Teniendo en cuenta todas las evidencias y análisis a mi disposición, creo que la operación del FSB para asesinar al Sr. Litvinenko, fue probablemente aprobada por el Sr. Patrushev y también por el presidente Putin”, dicen las conclusiones de la investigación. Recordemos que Nikolai Patrushev es un ex director del FSB.
El Kremlin ha negado siempre estar involucrado en este asesinato, pero antes de morir Litvinenko dijo a los detectives que Putin había ordenado directamente su asesinato.
La muerte del ex espía ruso marcó un enfriamiento en las relaciones post-Guerra fría anglo-rusas, que no lograron restablecerse y que empeoraron aún más por la anexión de Crimea por Rusia y su apoyo al presidente sirio Bashar al-Assad.

El ministerio ruso de Relaciones Exteriores rechazó las conclusiones de la investigación y las calificó de sesgadas y opacas, debido al enfriamiento de las relaciones bilaterales entre Inglaterra y Rusia.
María Zakharova, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores ruso, acusa a Inglaterra de haber politizado el caso. “El proceso no fue transparente para el lado ruso o para la sociedad debido que los materiales fueron examinados a puertas cerrada con el pretexto de que eran secretos”.

Kovtun y Lugovoy negaron con anterioridad estar implicados en este asesinato y Rusia se niega a extraditarlos. Andrei Lugovoy, que representa al ultranacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia en el Parlamento ruso, dijo de la investigación que era “un patético intento por la parte de Londres de utilizar un esqueleto en el armario para satisfacer sus ambiciones políticas”.
Marina Litvinenko, viuda de Alexander Litvinenko, hizo un llamado hoy para que Inglaterra expulse de su territorio a todos los espías rusos y que imponga sanciones contra Rusia.
“Hago un llamado para que se expulse inmediatamente de Inglaterra a todos los agentes de inteligencia rusos, que sean del FSB o de las otras agencias que se encuentran en la embajada de Rusia en Londres”, dijo Marina Litvinenko frente a la Corte Real de Justicia en Londres.
CBC/Thomson Reuters
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