Después de 20 años de desacuerdos y conflictos, el gobierno de Columbia Británica concluyó un acuerdo con más de 20 Primeras Naciones y profesionales de las industrias locales para proteger a casi toda la selva tropical del Gran Oso, la Great Bear Rainforest. Modelo que podría ser aplicado al resto del país.
«Este es un regalo para el mundo», Richard Brooks, coordinador de la campaña de bosques de Greenpeace Canadá, le dijo a CBC News.

Con una superficie de 3,6 millones de hectáreas, la Great Bear Rainforest se extiende desde la costa sur de la Columbia Británica hasta Alaska y es el hogar de árboles milenarios y de una rica biodiversidad. Representa la mayor superficie de bosque templado en el mundo que todavía está intacto.
A través del acuerdo, 85% o 3,1 millones de hectáreas de la selva del Gran Oso están prohibidos ahora a la explotación de árboles. 15% de los bosques restantes, o sea, 550 000 hectáreas están sujetas a las normas más estrictas de América del Norte en términos de la tala comercial.
«Este acuerdo para la selva del Gran Oso es uno de los planes de manejo forestal más sólidos en escala planetaria. »
– Valerie Langer, directora de las campañas sobre los bosques, Forest Ethics
La primera ministra de Columbia Británica, Christy Clark ve en este acuerdo la prueba «de que la provincia es pionera en el país para mostrar cómo integrar a las Primeras naciones en la economía, permitiéndoles al mismo tiempo continuar con su modo de vida sostenible.»

El Ministro de Bosques, Tierras y Recursos Naturales Steve Thomson, sin embargo, especifica que las reglas deben surgir ahora de este acuerdo para convertirlo en medidas concretas «tan pronto como sea posible.»
Columbia Británica allana el camino a Quebec y Ontario
Greenpeace Canadá, que apoyó el procedimiento de ratificación junto con las organizaciones ForestEthics Soluciones y Sierra Club BC, así como con cinco empresas forestales, cree que el camino está pavimentado para el resto de Canadá.
«Espero que lo que se ha logrado con la selva del Gran Oso también pueda realizarse para el bosque boreal, sobre todo en Quebec y Ontario. »
– Nicolas Mainville, responsable de la campaña de bosques Greenpeace Canadá
«Pasar del conflicto a la colaboración es la mejor manera de encontrar soluciones viables para los bosques, las comunidades, los pueblos indígenas y la industria forestal», dijo también en un comunicado, en referencia a los varios movimientos de revuelta ecológicos que se produjo en la región desde la década de 1990.

Culminación de una década de discusiones
Hace aproximadamente 20 años, varios activistas se encadenaron a los árboles de la zona de Clayoquot Sound para protestar contra la tala.
Estas imágenes de una «guerra de bosques» dieron la vuelta al mundo. También se organizaron durante varios años operaciones de bloqueo y boicot.
En 2000, surgió una coalición de empresas forestales afectadas y grupos ambientales para tratar de resolver el conflicto.
Las explotaciones forestales y las operaciones de boicot se detuvieron en 2001 y comenzaron discusiones entre el gobierno de Columbia Británica y los representantes indígenas.
Hubo que esperar hasta 2006 para que surja un proyecto de acuerdo con todas las partes y luego otra década de discusiones para lograr una ratificación.
RCI con información de Anne-Diandra Louarn, de Radio Canadá, y Fiona Morrow, CBC
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