La aparición de la firma Uber en el escenario del transporte público de Montreal ha dado de qué hablar.
En las últimas semanas se han multiplicado las críticas y las protestas por parte de los taxistas, que acusan a la firma de competencia desleal, al no tener que hacer frente a las mismas obligaciones en materia de reglamentos municipales y tributarios.
Por otro lado, la firma sostiene ser una opción válida para los pasajeros de una ciudad cuyo sistema de transporte parece, a veces, estar a punto de colapsar.
Los dueños de licencia de taxímetros se sienten afectados, ya que la posibilidad de una habilitación formal a Uber les restaría la posibilidad de recuperar la inversión efectuada, no inferior a 200 mil dólares.
En medio de toda la disputa, que en algunos casos ha llegado al altercado, la Asamblea Nacional de Quebec decidió tomar cartas en el asunto y buscar una salida que satisfaga a todas las partes interesadas.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.