El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau -acompañado por Stéphane Dion, ministro de Relaciones Exteriores; Harjit S. Sajjan, ministro de Defensa y Marie-Claude Bibeau, ministra de Desarrollo Internacional y de la Francofonía- presentó ayer en conferencia de prensa la nueva estrategia de Canadá para enfrentar las crisis actuales en Siria e Irak y atenuar las repercusiones que estas puedan tener en la región.
“El gobierno de Canadá contribuirá de manera significativa en la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Levante, EIIL, por la Coalición mundial, colaborando al mismo tiempo con los gobiernos regionales y las autoridades locales para reforzar su capacidad a defenderse y a su reconstrucción a largo plazo”, dice un comunicado en el sitio Internet del Gobierno de Canadá.
EscucheSegún algunos analistas, estas son muchas palabras para evitar decir que Canadá sigue en la guerra contra el Estado Islámico y para evitar el término reductor de “misión militar”.

El primer ministro anunció del retiro de los 6 CF-18 que participan en este momento en los bombardeos contra el Estado Islámico -una promesa electoral- y regresarán al país el 22 de febrero próximo.
Pero a pesar de esto, el avión de abastecimiento CC-150 Polaris y los dos aviones de vigilancia Aurora, ya desplegados en la región, seguirán prestando su apoyo a la coalición internacional liderada por Estados Unidos. Este apoyo continuará hasta el 31 de marzo de 2017, en una primera etapa, pero según el Primer ministro, podría durar un año más.
El número de consejeros militares será triplicado, pasando de 69 a más de 200 y su objetivo es la formación de los combatientes kurdos e iraquíes. Otros 600 soldados serán desplegados para ofrecer un apoyo logístico y coordinarán los esfuerzos de la coalición.

El gobierno canadiense adopta la estrategia de las Tres D: Defensa, Desarrollo y Diplomacia. La jefa interina del Partido Conservador y líder de la oposición oficial en el Parlamento canadiense, Rona Ambrose criticó vigorosamente este plan y sobre todo la decisión del gobierno canadiense de retirar los caza CF-18. “Es absolutamente vergonzoso que terminemos nuestra misión de combate” dijo Rona Ambrose.
Según ella, el Estado Islámico representa “la peor amenaza terrorista en el mundo” y ningún otro grupo amenaza tanto la diversidad cultural y religiosa o los derechos de las mujeres. Esta nueva estrategia es “simplemente incoherente”, concluyó la líder de la oposición.
El Nuevo Partido Democrático, NPD, estima por su parte que el gobierno no va lo suficientemente lejos y no establece con claridad la línea entre el papel de combate y de no combate para los soldados canadienses.
Este anuncio del gobierno canadiense se llevó a cabo dos días antes de la apertura del encuentro de ministros de Defensa de los países miembros de la Alianza del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, el mañana miércoles en Bruselas, Bélgica.
RDI/Radio Canadá-TV/sitio Internet del Gobierno de Canadá/ Stéphane Dion
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