Corea del Norte calificó este jueves de declaración de guerra, la decisión de Seúl de suspender la actividad del parque industrial intercoreano de Kaesong y anunció la suspensión del “teléfono rojo” militar entre los dos países, informa la agencia de prensa norcoreana KCNA.
Seúl suspendió ayer las actividades del parque Kaesong, único ejemplo de cooperación entre las dos Coreas, en respuesta al lanzamiento de un cohete de largo alcance hecho por Pyongyang el fin de semana pasado y condenado por la comunidad internacional.
Pyongyang afirma que el cohete tenía como objetivo poner en órbita un satélite, pero la comunidad internacional estima que se trata de un cohete con tecnología balística. Este controvertido lanzamiento se llevó a cabo después del anuncio por Pyongyang de un cuarto ensayo nuclear a principios del mes de enero.

Pyongyang declaró al parque de Kaesongh, del lado norcoreano de la línea de demarcación, zona bajo control militar a partir de este jueves y ordenó la expulsión de todos los sudcoreanos que trabajan en el lugar, quienes solo pudieron llevar consigo sus efectos personales, afirma KCNA.
Esta mañana, hora local, decenas de camiones sudcoreanos cruzaron la frontera cargados de equipos y mercaderías, después de la decisión de Seúl de suspender las actividades del parque.
El Comité por la Reunificación Pacífica de Corea, que maneja las relaciones de Pyongyang y Seúl, calificó la suspensión de las actividades en Kaesong de imperdonable y a Corea del Sur de marioneta de Estados Unidos, como lo hace generalmente.
El cese de actividades en Kaesong, abierto en 2005, donde 124 empresas sudcoreanas emplean a 55.000 norcoreanos, rompe el último vínculo importante en la cooperación entre el Norte y el Sur.
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