Photo Credit: microsoft.com/natick

Microsoft instala centro de datos submarinos

La tecnológica Microsoft está nuevamente en las noticias, y no por una nueva actualización de su sistema operativo o por la presentación de su nueva computadora personal. Esta vez, le empresa de las ventanas dice haber encontrado una solución a uno de los problemas más grandes que enfrentan las tecnológicas: reducir el consumo energético que genera la refrigeración de los centros de datos que utilizamos hoy en día, instalando sus servidores en el fondo del océano.

La capsula está siendo sumergida en la costa de California. /microsoft.com/natick/

La capsula está siendo sumergida en la costa de California. /microsoft.com/natick/

Este proyecto en realidad no es nuevo. Sean James, un empleado del centro de investigación de Microsoft presentó la idea en el año 2014, teniendo en cuenta su experiencia luego de haber trabajado en un submarino estadounidense. Y finalmente, tras dos años de arduo trabajo, Microsoft construyó e instaló el primer centro de datos subacuático, que contiene una serie de servidores de gran potencia en un cilindro acondicionado a tal efecto, sumergido en las costas del centro de California.

Dicho proyecto, que lleva el nombre de Natick, ofrece (según dice la empresa), soluciones a los centros de datos de “la nube” ofreciendo almacenamiento de alta velocidad, reducción de costos de consumo energético, gran capacidad de respuesta y sobre todo, sin perjudicar el medioambiente.

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Ben Culter, director del proyecto, explicó en el sitio web de Natick  que “se encaró el problema desde un ángulo diferente, intentando desafiar la sabiduría convencional”. Los datos oficiales indican que el primer prototipo de la “cápsula submarina” fue testeado en agosto del 2015. Esta primera cápsula lleva por nombre “Leona Philpot”(gracias a un personaje de videojuego de la empresa), y consta de un receptáculo cilíndrico de acero de 2.5 metros de diámetro, completamente sellado con placas de metal, y de un peso total de unas 17 toneladas.

Descripción del proyecto (En inglés)

Tras los primeros resultados, que según la empresa son  muy alentadores gracias a las corrientes subacuáticas del océano que mantienen correctamente la temperatura, y haciendo una previsión de una vida útil de por lo menos 20 años, Microsoft piensa que su despliegue comercial podría llevarse a cabo en el año 2017 en las costas del Estados Unidos y el norte de Europa. Antes del desarrollo final del proyecto, la tecnológica tiene prevista una segunda tanda de testeos con cápsulas más grandes, con alrededor de 4 veces más de potencia computacional y con algunos agregados, como por ejemplo, la implementación de turbinas que convertirán las corrientes propias del océano en electricidad para el funcionamiento del equipo.

Si bien todavía no se han hecho públicas quejas por parte de organizaciones protectoras del medioambiente o del propio gobierno de Estados Unidos, Cluter afirmó que “la vida en el mar en la zona donde fue depositado el cilindro se adaptó rápidamente a su presencia”. Por lo pronto, la empresa sigue analizando a conciencia los efectos ambientales del experimento intentando generar el menor impacto posible en el entorno oceánico. Según fuentes de Microsoft, estas cápsulas son concebidas con materiales reciclables y la tasa de contaminación es mucho menos significativa que los centros actuales.

Microsoft Project Natick team: Ben Cutler , Jeff Kramer , Spencer Fowers , Eric Peterson and Norm Whitaker el 12 de enero de 2016. (Foto: Scott Eklund/Red Box Pictures)

Microsoft Project Natick team: Ben Cutler , Jeff Kramer , Spencer Fowers , Eric Peterson and Norm Whitaker el 12 de enero de 2016. (Foto: Scott Eklund/Red Box Pictures)

La onda verde intentando la refrigeración sostenible es una de las obsesiones de las grandes tecnológicas que pretenden con urgencia reducir el consumo energético de las instalaciones que en su mayor parte, proviene de la necesidad de crear un entorno para refrigerar los servidores. En esta carrera por la refrigeración sostenible, Facebook construyó un centro de procesamiento de datos en Suecia para aprovechar el frio del lugar, uno en Clonee, Irlanda, para aprovechar el viento de la zona y Google en Hamina, Finlandia, aprovechando las frías aguas del lugar.

En definitiva, el proyecto todavía se encuentra en una etapa temprana de ensayos de funcionamiento, lo que deja en suspenso su viabilidad comercial final. Lo cierto es que las pruebas iniciales arrojaron datos muy satisfactorios y según sus creadores será más barato, más pequeño, más simple, de menor mantenimiento y sobre todo, menos contaminante que un servidor convencional, lo que deja la puerta abierta a soñar.

Fuentes: AFP, BBC Mundo, TICbeat, Microsoft, Agencias
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Categorías: Internacional, Internet, ciencias y tecnologías, Medioambiente y vida animal, Sociedad
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