El papa Francisco celebró este domino un misa ante cientos de miles de fieles en Ecatepec, al norte de la capital, una de las ciudades más pobres y peligrosas de México, donde denunció a los ricos y la élite corrupta del país.
El papa denunció en Ecatepec las profundas desigualdades, así como el orgullo de los que se consideran por encima de los otros. “Una riqueza que tiene el sabor del dolor, de la amargura y del sufrimiento. Ese es el pan que una familia o una sociedad corrupta ofrece a sus hijos”, dijo en su discurso.

México cuenta con uno de los hombres más ricos del mundo, el multimillonario Carlos Slim y con una clase política rica, salpicada por la corrupción, mientras que el país sufre de la violencia y la pobreza.
Ecatepec, municipio con un desarrollo anárquico, fue el teatro de una explosión de criminalidad en los últimos años a medida que se implantaban las bandas de narcotraficantes.

Más de 100.000 personas han perdido la vida en la violencia vinculada al tráfico de drogas en el transcurso de los 10 últimos años y se cuentan alrededor de 26.000 desaparecidos durante el mismo período. El presidente Enrique Peña Nieto no ha logrado contener esta baño de sangre y la criminalidad aumentó el año pasado, después de haber retrocedido a principios de su mandato.
Francisco oficiará una misa este lunes con las comunidades indígenas del estado de Chiapas, el más pobre de México. Mañana martes se dirigirá a los jóvenes en Morelia, capital del Estado de Michoacán, también azotado por la violencia. Y el miércoles, visitará a los presos en Ciudad Juárez, situada cerca de la frontera con Estados Unidos.
Radio Canadá/Reuters
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