Este domingo el Parlamento de Haití eligió al presidente del Senado, Jocelerme Privert como nuevo presidente interino, luego de una sesión de más de 12 horas y dos jornadas de votación en una plenaria en la legislatura bicameral en la capital haitiana, Puerto Príncipe.
En conversación con Radio Canadá Internacional, Frantz Voltaire, director del Centro internacional de documentación e información haitiana, caribeña y afrocanadiense (CIDIHCA), con sede en Montreal, nos explica quién es el nuevo presidente interino de Haití y que posibilidades se abren para la democracia en ese golpeado país caribeño.
Tras la suspensión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que debía llevarse a cabo el pasado domingo 24 de enero, Haití había ingresado a terreno desconocido ya que ni hubo elecciones ni había un sucesor claro al presidente Michel Martelly, cuyo mandato concluyó el pasado 7 de febrero.
Privert, de 62 años, será de forma interina el nuevo mandatario en Haití, ya que gobernará el país por 120 días. Él se impuso a otros cinco candidatos a sustituir al primer ministro, Evans Paul, quien asumió temporalmente el poder tras el fin del mandato de Michel Martelly, el pasado 7 de febrero.
Pese a que en la primera ronda de la votación, el candidato Edgard Leblanc, ex presidente del Senado y líder de la opositora Organización del Pueblo en Lucha (OPL), logró más sufragios, se tuvo que llegar a una segunda ronda, ya que Privert se impuso en el Senado.
En la segunda ronda 64 de los 92 diputados de la Asamblea Nacional, y 13 de los 22 senadores votaron a favor de Privert, con lo que finalmente fue elegido como presidente provisional, cuya tarea será preparar la segunda ronda de la elección presidencial, aún pendiente.
Tras su designación como presidente provisional de Haití, Privert inmediatamente tomó juramento ante el pleno del Senado y la Asamblea Nacional ayer domingo.
La elección de Privert hace historia en Haití, ya que es la primera vez desde 1946 que el Parlamento interviene para elegir al jefe de Estado, tras la crisis constitucional e institucional creada por unas elecciones presidenciales inconclusas y el fin del mandato del presidente Martelly.
Martelly dejó su cargo el 7 de febrero, sin poder llevar a cabo una segunda vuelta electoral presidencial debido a la disputa surgida en la primera jornada electoral del pasado 25 de octubre, que fue empañada por un fraude masivo a favor de Jovenel Moïse, el delfín de Martelly.
Las denuncias de fraude provocaron violentas protestas callejeras entre los seguidores del candidato de la oposición, Jude Célestin, quien se negó a participar en una segunda vuelta hasta que se garantice plenamente la transparencia de la votación, tarea que ahora deberá cumplir el nuevo mandatario interino, Jocelerme Privert.
Además, el nuevo presidente de Haití deberá seleccionar en los próximos días al primer ministro, impulsar la legitimidad de las instituciones del país e implementar acciones inmediatas para hacer frente a la crisis alimentaria y la sequía que padece el país desde hace años.
La pospuesta segunda vuelta electoral está prevista para el 24 de abril. En ella se enfrentarán el candidato del gobierno, Jovenel Moïse, y el ex funcionario estatal Jude Celestin. El nuevo presidente debería asumir su mandato el 14 de mayo.
Canadá invirtió unos 20 millones de dólares en Haití para llevar a cabo ese proceso electoral. Según el New York Times, Estados Unidos invirtió por su parte cerca de 33 millones de dólares.
Entre 2002 y 2004, durante el último mandato de Jean-Bertrand Aristide, Jocelerme Privert fue ministro del Interior de Haití. Tras su destitución, Privert fue encarcelado por su supuesta responsabilidad en una masacre de opositores en la ciudad de Saint-Marc, pero fue liberado tras pasar 26 meses en la cárcel.
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