El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, iniciará el mes próximo una gira histórica por América Latina, al incluir a la isla caribeña de Cuba en su recorrido.
La oficina del mandatario confirmó que el mismo mantendrá reuniones tanto con el presidente cubano, Raúl Castro, como con representantes de la disidencia política en el país.
Se trata de otro paso adelante en el proceso de deshielo en las relaciones entre ambas naciones, dañadas tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959.
En la primera visita de un presidente estadounidense desde 1928, Cuba recibirá a Obama el 21 y 22 de marzo próximo. Hasta el momento no se ha confirmado la posibilidad de un encuentro del titular de la Casa Blanca con el expresidente y líder revolucionario Fidel Castro.
Luego de décadas de hostilidades, ambos países acordaron en 2014 iniciar un proceso de recomposición de las relaciones, pero el embargo económico de Washington contra La Habana sigue en pie, así como las críticas estadounidenses al gobierno cubano por la situación de los derechos humanos en la isla.
“Cuba está abierta a dialogar con el gobierno estadounidense sobre cualquier tópico, incluyendo los derechos humanos” dijo Josefina Vidal, directora de asuntos estadounidenses del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
La funcionaria agregó que su país tiene como objetivos lograr la restitución del territorio de Guantánamo, donde los estadounidenses mantienen una base militar, y el levantamiento del embargo.
Miembros de la oposición cubana tomaron el viaje de Obama con cautela. La bloguera Yoani Sánchez sostuvo que el presidente estadounidense debería aprovechar la ocasión para “enviar un mensaje claro” sobre la situación en Cuba.
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